Juan Carlos de Borbón y Bárbara Rey mantuvieron una aventura extramatrimonial durante más de 15 años, un tiempo que la vedette aprovechó para sacar todo el provecho económico y de influencia posible. Ahora se ha entendido mejor que protagonizara una campaña de Hacienda, por ejemplo, un favor que él habría pedido cuando todavía era el monarca reinante. La revista Lecturas acaba de sacar a la luz una información relacionada con este detalle que demuestra, aún más, cómo el emérito habría intercedido para ayudar a su amante.

Pilar Eyre revela, muchos años después, que el mismo Juan Carlos habría llamado al presidente de varias editoriales para conseguir que Bárbara Rey pudiera ser chica de portada. ¿Un ejemplo? La relación directa que mantenía con el equipo directivo de Interviú, quienes tenían la orden expresa de hacer caso a las peticiones del rey: «Me ha llamado el rey para pedirme que volvamos a sacar a Bárbara en portada«.

Pero no solo intercedía en este sentido, sino que también quería tomar más decisiones al respecto: «Que haga las fotos César Lucas y que paguemos el doble a Bárbara que la última vez, que no quiere tener que volver a reclamarlo. Me ha estado llamando todo el fin de semana para protestar», habría dicho el jefe supremo en una de las reuniones matutinas.

Reunió incòmode de Joan Carles amb Felip i Elionor - Europa Press
Juan Carlos habría movido hilos para ayudar económicamente a Bárbara Rey | Europa Press

¿Cuánto dinero cobraba Bárbara Rey a cambio de las portadas que le conseguía Juan Carlos?

Estas portadas les salían muy caras, ya que se le tenía que pagar cantidades altísimas. Según la última información que comparte la periodista, Bárbara habría cobrado diez millones de pesetas (60.000 € actuales) a cambio de la primera portada de 1977. A partir de entonces, habría protagonizado cinco portadas más «siempre con titulares sugerentes».

Si esta cantidad es la primera que recibió y realmente Juan Carlos pidió que le duplicaran el pago, se sobreentiende que a partir de las siguientes ya cobraría -como mínimo- veinte millones de pesetas (más de 120.000 €) por cada una. Una auténtica barbaridad que lo era, aún más, si tenemos en cuenta que hace muchos años de aquello. Ambos sacaban cosas positivas de aquella relación, eso queda claro, con motivos y beneficios muy diferentes.

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