Tres soldados estadounidenses han muerto y 25 más han resultado heridos en un ataque de un dron presuntamente lanzado por milicias proiraníes. La noche de sábado en Jordania, cerca de la frontera con Siria los militares habrían muerto a causa del ataque de un dron que no ha vuelto a su base, es decir, un dron suicida, según han informado las Fuerzas Armadas norteamericanas. Las identidades de las víctimas no se han hecho públicas «por respecto a las familias» y en concordancia con la política del Departamento de Defensa, ha indicado la misma administración pública en un comunicado.
El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, ya ha comunicado este domingo sus condolencias por el ataque, que ha atribuido a «milicias radicales secundadas por Irán» que operan en Siria e irak, según un comunicado de la Casa Blanca. «Hoy hace daño el coro de los Estados Unidos (…). El Jill y yo -y estadounidenses de todo el país- nos sumamos a las familias y amigos de los nuestros caídos para llorar a estos guerreros caídos en este ataque despreciable y totalmente injusto», ha explicado Biden. Para el presidente de los Estados Unidos, el ataque ha sido perpetuado por los rebeldes proiraníes, el que ha hecho que refuerce lo suyo compromiso para acabar con los actos violentos. «Continuaremos con su lucha contra el terrorismo y que no haya duda, haremos que los responsables rindan cuentas en el momento y modo que consideramos oportuno», ha advertido.
El primer ataque en el cual mueren estadounidenses
Este es el primer ataque en el cual mueren militares estadounidenses a Oriente Próximo desde el inicio de la actual escalada del conflicto en la Franja de Gaza. Fuentes militares citadas por la cadena de televisión estadounidense CNN han indicado que el ataque se produjo en la base denominada Tower 22, integrada en una misión de asesoramiento y ayuda a las fuerzas jordanas. Sin embargo, son relativamente frecuentes los ataques contra bases estadounidenses a Siria e irak y desde el 17 de octubre se ha informado de 158 incidentes, jefe de ellos grave, puesto que este tipo de instalaciones estadounidenses suelen tener defensas antiaéreas.