Un profesor de escuela de 46 años ha muerto después de un brutal ataque de un tiburón en el sur de Australia. Los hechos tuvieron lugar el pasado sábado mientras la víctima, Simon Baccanello, hacía surf en Walkers Beach, en la península de Eyre, con unas 15 personas más, entre las cuales también había niños. A estas alturas, los equipos de emergencias solo han podido recuperar la tabla de surf que utilizaba Baccanello y lo que parecen restos del traje de neopreno que llevaba. Continúan buscando el cuerpo del hombre que, según los testigos, fue «arrastrado hasta el fondo» del mar. Tampoco se ha podido determinar de qué tipo de tiburón se trataba ni de su tamaño, pero una de las personas que estaba allí asegura que medía unos tres metros.
«Podría haberle pasado a cualquier»
Poco antes de las diez de la mañana, según detalla
Un testigo que no quiso ser identificado declaró que vio «un gran tiburón nadando cerca de la costa. Hacía al menos tres metros de largo y tenía la parte inferior blanca». Afirmó que el animal atacó el hombre «por la espalda y lo arrastró bajo el agua».
Jaiden Millar, un joven de 22 años que se encontraba al agua, explicaba que vio como la tabla de surf de Baccanello se hundía, «el que signficia que está bajo el agua mientras su mesa está siendo arrastrada hacia abajo y (la víctima) intentaba abrirse camino hacia la superficie». «La mesa se mantenía derecha, como si fuera una lápida», va dir. Millar concretó que el tiburón lo soltó y lo volvió a atrapar hasta tres veces. «Le podría haber pasado a cualquiera», lamentó.
Antes de desaparecer, los surfistas empezaron a nadar hacia él, pero el hombre les dijo que no se preocuparan y que volvieran a la playa. Poco después, llegaron los servicios de emergencia que iniciaron las tareas de busca y rescate por tierra, mar y aire. De momento, pero, solo han recuperado la tabla de surf.