Una vez que Israel ha interceptado y abordado los barcos de la Global Sumud Flotilla que navegaban hacia la Franja de Gaza para entregar ayuda humanitaria, los integrantes de la misión detenidos a bordo han sido trasladados al puerto y enfrentan un futuro incierto. El Ministerio de Asuntos Exteriores israelí ha distribuido imágenes de los activistas detenidos y ha asegurado que están “sanos y salvos”. Están detenidos por intentar entrar a Israel de manera ilegal y en las próximas horas serán interrogados, a la espera de conocer qué les sucederá.
En ocasiones anteriores, Israel ha aplicado un procedimiento diferente para cada activista en función de sus antecedentes. El protocolo habitual es que, una vez son desembarcados en un puerto israelí —esta vez sería en la ciudad de Ashdod—, los detenidos son trasladados a un centro de detención de migrantes donde serán interrogados por las autoridades israelíes. Un equipo de abogados de la Flotilla ya está en Israel para asesorar a los activistas.

Deportación exprés, juicio o prisión
En la mayoría de los casos, Israel ofrece a los activistas la posibilidad de firmar un documento de deportación inmediata, que supone aceptar que han intentado entrar de manera ilegal al país, les evita ir a juicio y se inicia un expediente de deportación exprés que puede culminar en un máximo de 72 horas. Esta aceptación del delito supone la prohibición de entrar al país durante un tiempo por determinar, pero que puede llegar a ser de por vida.
Si no aceptan esta deportación exprés, los activistas pasan a ser inmigrantes ilegales y serán juzgados. Es muy probable que sean trasladados a una prisión mientras esperan que la justicia autorice su deportación. La última posibilidad, la más dura, es la que afecta a los activistas que han participado en misiones similares en el pasado y que ya tenían en vigor una prohibición de entrar a Israel. Es el caso de Greta Thunberg, que el pasado mes de junio ya fue deportada de Israel después de firmar el documento de deportación. Esto hace que no pueda acogerse de nuevo a la deportación exprés y podría ir a prisión mientras las autoridades israelíes deciden cómo proceder.