El primer ministro israelí Binyamín Netanyahu ha evitado asignar responsabilidades por el bombardeo a Rafah. El ataque al núcleo fronterizo, contra el que la mayoría de la comunidad internacional había alertado en repetidas ocasiones, se ha saldado con la muerte de 45 civiles palestinos, que se añaden a los más de 36.000 asesinatos durante la ofensiva de las Fuerzas de Defensa de Israel sobre la Franja de Gaza y Cisjordania. La ciudad, hay que recordar, acoge la mayoría de personas desplazadas por la ofensiva israelí. En una intervención ante la Knéset -el parlamento israelí- Netanyahu ha calificado de «trágico incidente» la ofensiva sobre el casco urbano del sur del territorio. Entre escridassades de los familiares de los rehenes de Hamás, el dirigente ha sostenido que el ejército está «investigando el caso». «Esta es nuestra política», continúa.
En este sentido, ha hecho responsable el movimiento de resistencia islámica de las muertes causadas a la frontera con Egipto. El bombardeo de las FDI sobre Rafah, y las 45 muertes que ha provocado, son «una tragedia para Israel, pero una estrategia para Hamás». Todo y el desenlace de los ataques, Netanyahu ha negado tener «ninguna intención» de finalizar la ofensiva sobre el territorio palestino, según ha recogido el rotativo local

«Gana Irán»
Durante su intervención en la Knéset, Netanyahu ha sostenido la retórica bélica para justificar el impulso a la agresión de las últimas semanas. «Si cedemos, la masacre volverá», ha argumentado, en referencia a los atentados del 7 de octubre. «Si cedemos -ha continuado- daremos una gran victoria al terrorismo, en Irán». Contra esta postura del gobierno, los familiares de los rehenes israelíes acusan el ejecutivo de «boicotear» las conversaciones de paz para evitar el alto el fuego que pide la comunidad internacional, y que comportaría el retorno a Israel de los cautivos. Estos reproches, pero, han sido negados con vehemencia por el mismo primer ministro, tildándolos de «mentiras que hacen daño a las familias».»Quien no esté preparado para aguantar la presión, llevará la bandera de la derrota», ha concluido; desviando el foco hacia los «líderes de Hamás».