Rusia es conocida por no tener remordimientos de conciencia en la hora de hacer desaparecer todos aquellos que no están de acuerdo con las decisiones del gobierno. Vladímir Putin, sin nunca ensuciarse las manos, es capaz de encarcelar ciertas personalidades por su manera de pensar. Este fue el caso de Aleksei Navalni, el primer opositor del régimen ruso que consiguió hacerse un lugar entre la población. Después de estar encarcelado en varias ocasiones e incluso haber sufrido un envenenamiento, el último que se sabía de Navalni era su desaparición hace 20 días. Finalmente, pero, su equipo lo ha acabado encontrando en una prisión del Ártico: «¡Está vivo!», exclamaba la cuenta de X del equipo del opositor. Aun así, su abogado ha podido encontrarse con él y el mismo líder ha asegurado que se encuentra bien.
«Hemos encontrado en Navalni. Está vivo. Fue transportado a una colonia penal en la ciudad de Kharp. Es una de las prisiones más remotas de Rusia situada en el extremo norte, más allá del Círculo Polar Ártico. Actualmente, la luz del día dura menos de dos horas». Con este mensaje, el equipo de Navalni ha mostrado unas fotografías de cómo es el lugar donde, teóricamente, hay su líder. Los abogados del opositor no contactaban con su cliente desde el pasado 5 de diciembre, el que encendió todas las alarmas de su posible traslado sin consentimiento. De hecho, la prisión en la cual se ha localizado el político es una de las más remotas del planeta. Llamada

Condenado para ser la oposición
Navalni no ha tenido un camino fácil para ser de la oposición del Kremlin. En este sentido, en la actualidad cumple condena por fraude, a pesar de que él mismo y todos sus seguidores aseguran que ha sido culpado de manera injusta, únicamente para intentar ser la oposición de Putin. Aunque no acaba de quedar clara la longitud de su condena, el político tendría que estar cerrado en régimen estricto durante nueve años, pero antes de esta última ya llevaba 3 años y medio en la prisión para violar las condiciones de la fianza. Entre ambas condenas, además, fue envenenado, el que lo dejó muy grave en un hospital de Alemanes, donde se estuvieron días sufriendo por su vida.