Terremoto político en los Países Bajos. Geert Wilders, el líder ultraderechista del Partido por la Libertad (PVV), ha anunciado este martes que abandona el gobierno de coalición, donde tenía mayoría a pesar de compartir el poder con otras tres formaciones también de derechas. La decisión ha sido motivada por desacuerdos con sus socios respecto a la política de asilo, que Wilders pretendía endurecer mediante el rechazo a todas las solicitudes. Con este movimiento, el país se precipita a una crisis política que, muy probablemente, culminará con el fin de los 11 meses de gobierno del primer ministro Dick Schoof. Wilders ha hecho pública su decisión en un mensaje en X después de reunirse con los líderes de la coalición ultra del país. La publicación decía lo siguiente: «Ninguna firma para nuestros planes de asilo. El PVV abandona la coalición».

La semana pasada, el mandatario exigió a sus socios de la coalición la aprobación de un plan para reducir drásticamente la inmigración en el que se consideraba el uso del Ejército para proteger las fronteras del país. Desde que se formó el gobierno, su frustración ha ido en aumento ante la lentitud del bloque a la hora de implementar sus planes radicales, y este último revés a la política de asilo ha terminado de agotar su paciencia.

Wilders celebra la victoria electoral de 2023 con los miembros de su partido / EP / Remko De Waal / ANP
Wilders celebra la victoria electoral de 2023 con los miembros de su partido / EP / Remko De Waal / ANP

Tras anunciar su retirada, los tres partidos restantes han reaccionado con estupor, calificando de «incomprensible» e «irresponsable» la decisión de Wilders. Cabe decir que los Países Bajos es una de las naciones con mayor diversidad cultural y convivencia interreligiosa del Viejo Continente. En consecuencia, los discursos extremos de Wilders han sido a menudo objeto de críticas y fricciones dentro del heterogéneo poder ejecutivo del país.

El «Donald Trump de los Países Bajos»

El mandatario radical, que se impuso en las elecciones generales de 2023, es especialmente conocido por sus posturas intransigentes en materia migratoria. En contra de la inmigración musulmana y a favor de cobrar impuestos por el uso del hiyab y prohibir el Corán, Wilders ha sido definido por medios como el New York Times como un «lanzabombas verbal, provocador e inflexible». Estructuró el PVV en torno a su figura para tener el control total, y en poco tiempo se convirtió en un icono de la extrema derecha europea, considerado por muchos como una versión neerlandesa de Donald Trump.

Al igual que el polémico dirigente republicano, a Wilders no le tiembla la voz al proferir comentarios despectivos, divisorios o directamente insultantes contra sus adversarios políticos. «Devolvamos Holanda a los holandeses» era su lema, claramente inspirado en el Make America Great Again del magnate estadounidense.

Promotor del «Nexit», la versión neerlandesa del Brexit que defendía la salida de los Países Bajos de la Unión Europea, Wilders, de 61 años, construyó gran parte de su éxito en las redes sociales, desde donde se dirigía sin ningún tipo de filtro a sus votantes. Se considera un alternativo en su país, con líneas de pensamiento muy cercanas a las de la líder ultraderechista Marine Le Pen. De hecho, la francesa ha sido uno de sus aliados más cercanos en la UE, junto con el primer ministro húngaro, Viktor Orban, y el líder de Vox, Santiago Abascal.

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