La Unión Europea quiere un lugar preferente en la mesa de negociación en las futuras conversaciones de paz entre Rusia y Ucrania para poner fin a la guerra entre ambos países, que está a punto de cumplir tres años. Bruselas quiere evitar que el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, monopolice las negociaciones porque teme que favorezca un acuerdo más beneficioso para Vladímir Putin. Así lo han expresado varios ministros de Defensa europeos antes de la reunión de la OTAN en la capital belga. La Comisión Europea también ha entrado de lleno en la polémica y ha recordado a los EE.UU. que Rusia es “el agresor” y que en ningún caso debería ser “recompensada”. La portavoz del ejecutivo comunitario, Paula Pinho, también ha reclamado un papel activo en las conversaciones. “Los acuerdos de paz deben ser duraderos; un mal acuerdo solo llevará a nuevas guerras, tal como ya ha sucedido”, ha dicho.

Trump y Putin han acordado por su cuenta el inicio de las conversaciones de paz y esto ha hecho saltar las alarmas en Bruselas. La Alta Representante para Asuntos Exteriores de la UE, Kaja Kallas, ha exigido que tanto Kiev como la UE estén presentes en las negociaciones, ya que son partes interesadas del conflicto. En la misma línea, el secretario general de la OTAN, el exprimer ministro holandés Mark Rutte, ha asegurado que es “crucial” que Kiev esté “muy implicada en cualquier cosa que pase sobre Ucrania”.

“Debemos garantizar que el eventual acuerdo de paz sea permanente y que Putin tenga claro que no puede nunca más intentar ocupar territorio de Ucrania”, ha insistido Rutte. Los 27 consideran que el proceso de paz en Ucrania “tiene implicaciones para la seguridad de Europa”, tal como ha destacado el ministro holandés de Defensa, Ruben Brekelmans, y no quieren que Trump negocie un acuerdo a espaldas de Bruselas. El ministro de Defensa francés, Sébastien Lecornu, ha pedido un apoyo “indefectible” y “sin tabúes” a Kiev para que se pueda “negociar desde una posición de fuerza”. París considera vital que se llegue a una “paz justa, que respete los intereses de Ucrania, que se pueda garantizar con el tiempo” y que también “respete” los intereses europeos.

Donald Trump en un discurso ante el sindicato de policías en Charlotte, Carolina del Norte / EP
Donald Trump en un discurso ante el sindicato de policías en Charlotte, Carolina del Norte / EP

Trump se adelanta y habla primero con Putin

El acercamiento de Trump a Putin, quien nunca ha ocultado una cierta simpatía, ha cogido desprevenida a la Unión Europea. Ambos presidentes han acordado este miércoles comenzar “inmediatamente” las conversaciones para poner fin a la guerra. Después de la reunión, Trump llamó al presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, para explicarle los detalles de la conversación. Zelenski, que no tiene más remedio que mantener el favor de Trump porque depende de la ayuda financiera y militar de los EE.UU., ha asegurado que mantiene una comunicación permanente con Washington para trazar “los próximos pasos para detener la agresión rusa” y garantizar una paz “duradera y fiable”.

Fiel a su estilo agresivo y directo, Trump ya ha dejado claro que es un “objetivo irreal” que Ucrania quiera recuperar las fronteras previas a 2014, lo que implicaría que Kiev renuncie a Crimea y a partes del Donbás. Por su parte, el secretario de Defensa de los EE.UU., Pete Hegseth, ha negado que las conversaciones de paz con Rusia sean una “traición” a los ucranianos. “No hay ninguna traición. Hay el reconocimiento de que el mundo entero y los EE.UU. están invirtiendo en la paz”. El equipo negociador de los EE.UU. estará formado por el secretario de Estado, Marco Rubio, el director de la CIA, John Ratcliffe, el consejero de Seguridad Nacional, Michael Waltz, y el embajador y enviado especial Steve Witkoff. Trump y Putin se reunirán próximamente en Arabia Saudita para continuar las conversaciones de paz. No hay fechas para una reunión con Zelenski.

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