El Estado de Israel continúa endureciendo la guerra sobre la Franja de Gaza. Este miércoles, el ministro de defensa israelí, Israel Katz, ha anunciado la ampliación de la ofensiva militar sobre la franja con un nuevo despliegue de fuerza que busca, según las mismas palabras del gobierno de Benjamin Netanyahu, «apoderarse de grandes áreas» de territorio. Una nueva ofensiva militar, entonces, que obligará al pueblo palestino a huir, ya que Katz ya ha ordenado «la evacuación a gran escala» de la franja: «La operación ‘Fuerza y Espada’ en Gaza se está ampliando para aplastar y limpiar la zona de terroristas e infraestructura terrorista y apoderarse de grandes áreas que se añadirán a las zonas de seguridad del Estado de Israel», afirma la oficina del ministro a través de un comunicado.
En respuesta a este anuncio, el Foro de Familias de Rehenes y Desaparecidos, que ya cargó contra la reactivación de la ofensiva militar el 18 de marzo, ha criticado la decisión y se ha preguntado «si se ha decidido sacrificar a los rehenes en beneficio de ‘ganancias territoriales'»: «Estamos horrorizados por despertarnos esta mañana con el anuncio del ministro de Defensa de que la operación militar en Gaza será expandida para apoderarse de grandes áreas«, señala el organismo a través de un comunicado. En esta línea, desde la organización de afectados por el crudo conflicto bélico que golpea Oriente Próximo desde octubre de 2023 también lamentan que la administración israelí, «en lugar de velar por la liberación de los rehenes», apueste por reactivar la guerra sobre la Franja de Gaza: «El gobierno israelí está enviando más soldados a Gaza para luchar en las mismas áreas donde ya se han librado batallas repetidamente», mantienen desde la organización de familiares, que consideran que la liberación de rehenes ha quedado relegada a un objetivo «secundario».

Un conflicto bélico enquistado
La guerra de Gaza lleva más de un año prolongándose. A pesar de los intentos de la comunidad internacional por ponerle fin, las batallas sobre la franja continúan. Hamás y Netanyahu habían llegado a un acuerdo para poner fin al goteo de violencia, pero a mediados de marzo este entendimiento de paz se rompió rápidamente. El pasado 18 de marzo, el gobierno israelí ordenó al ejército que adoptara «medidas enérgicas» contra Hamás, ya que los acusaban de haber «rechazado todas las ofertas» de los mediadores internacionales para poner punto final a la guerra. Paralelamente, las autoridades palestinas que gobiernan sobre la franja han insistido en ceñirse a los términos originales del acuerdo, que debía haber entrado hace semanas en su segunda fase, incluida la retirada de militares israelíes de Gaza y un alto el fuego definitivo a cambio de la liberación del resto de rehenes que siguen con vida. Israel, sin embargo, ha mantenido la ofensiva militar. En este momento, la guerra parece lejos de detenerse.