Movimiento forzado de las autoridades húngaras por la visita al país de Benjamin Netanyahu. El gobierno del ultranacionalista Viktor Orbán ha anunciado que abandona el Tribunal Penal Internacional (TPI) con el objetivo de evitar tener que detener al primer ministro de Israel durante la visita del dirigente que tiene lugar este mismo jueves en Budapest. Cabe recordar que sobre Netanyahu pesa una orden de arresto internacional dictada por este tribunal con sede en La Haya que hubiera forzado a las autoridades húngaras a detenerlo una vez pisara territorio europeo, ya que el país es signatario del Estatuto de Roma del TPI desde hace más de dos décadas junto con otros 124 estados.

La noticia la ha confirmado a primera hora de la tarde desde Bruselas el portavoz del ejecutivo de Orbán, Gergely Gulyás, que ha explicado que el proceso de retirada se iniciaba de manera inminente. El movimiento húngaro responde como explicábamos al carácter vinculante de las órdenes emitidas por el TPI en los países miembros, entre los cuales no están los Estados Unidos ni Israel. Continuando con la línea iniciada el pasado mes de noviembre, cuando Orbán desafió las órdenes del tribunal invitando a Netanyahu a visitar el país, Budapest ha optado finalmente por romper con el organismo coincidiendo con la llegada del primer ministro israelí a Hungría.

En una rueda de prensa conjunta recogida por la ACN, Orbán ha acusado al TPI de haberse «convertido» en un tribunal «político», mientras que Netanyahu ha alabado la decisión «audaz» y «de principios» de su homólogo húngaro. «Es una organización corrupta», ha asegurado el dirigente israelí, que visitará la capital húngara durante tres días en su primera visita desde que está en vigor la orden de arresto.

Crímenes de guerra y contra la humanidad

Cabe recordar que el TPI emitió el pasado noviembre la orden de detención contra Netanyahu y el exministro de Defensa del país, Yoav Gallant, al considerar que hay «motivos razonables» para responsabilizarlos penalmente de crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad en Gaza que «formaban parte de un ataque generalizado y sistemático contra la población civil» de la Franja. En concreto, se les acusó de los delitos de crimen de guerra por utilizar el hambre como método de guerra; y crímenes contra la humanidad por asesinato, persecución y otros actos inhumanos contra la población palestina en Gaza. 

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