El Parlamento Europeo y el Consejo han cerrado este miércoles un acuerdo sobre el Pacto de Migración y Asilo después de años de negociaciones abiertas con posturas contrapuestas. Con el nuevo consenso, Europa endurece el control en las fronteras, cosa que pretende frenar el volumen de personas migrantes que llegan a los diferentes estados de la Unión Europea (UE), y ofrece en los gobiernos ‘solidaridad a la carta’, es decir, la posibilidad de decidir si acoge a refugiados o los rehúsa el asilo a cambio de una compensación. Esta medida no quiere decir que los estados puedan cerrar las puertas a los refugiados, sino que en caso de que un país se vea desbordado y necesite reubicar personas por no saturar las equipaciones, cada estado podrá decidir si acepta la reubicación o no. Y en caso de no hacerlo, tendrá que compensar el rechazo económicamente.
«¡Éxito! Después de años de estancamiento político, hemos llegado a un acuerdo», ha anunciado uno de los eurodiputados del equipo de negociación, el democristiano holandés Jeroen Lenaers, a primera hora de este miércoles, después de una madrugada de negociaciones sobre los nueve expedientes que forman el Pacto y que alcanzan todo el proceso. En este mismo sentido, la presidencia de turno del Consejo Europeo, todavía en manos de Pedro Sánchez, también ha anunciado el pacto en un mensaje a las redes sociales dónde ha destacado que se hace un “avance” en la “mejora” del sistema.

Años de negociaciones
Llegar a cerrar el pacto sobre migración ha llevado años de negociaciones, puesto que cada estado miembro tiene una posición al respeto según como afecte en su funcionamiento como país. Después de largas conversaciones, pero, han conseguido un consenso. Las nuevas reglas todavía se tienen que aprobar a la totalidad del pleno del Parlamento Europeo y validar por los 27 estados miembro, pero se trata de un trámite burocrático porque ya se pueda implementar formalmente.