Elon Musk tendrá, finalmente, un cargo alrededor de Donald Trump. Tras su intenso apoyo a la campaña para el retorno a la Casa Blanca del presidente electo, el hombre más rico del mundo liderará el Departamento de Eficiencia Gubernamental, una cartera de nueva creación que compartirá con el también magnate ultra Vivek Ramaswamy. Así lo ha anunciado Trump en una publicación en su red social Truth Social -el vehículo de información usual del empresario-. Entre las atribuciones de Musk y Ramaswamy, tal como ha concretado el líder conservador, constará «desmantelar la burocracia del gobierno, eliminar el exceso regulador, recortar gastos excesivos y reestructurar las agencias federales» -una tarea, asegura, «esencial para el movimiento Salvar América»-. «Se convertirá en el Proyecto Manhattan de nuestros tiempos», promete. La denominación del departamento funciona, además, como un meme: sus siglas en inglés son DOGE (Department of Government Efficiency), en referencia a Dogecoin, la criptomoneda que el billonario de Pretoria usa como mascota tras una masiva inversión.
En palabras de Musk, la nueva iniciativa «hará olas a lo largo del sistema, y afectará a cualquiera involucrado en el despilfarro administrativo -que es mucha gente-«. La reducción de los recursos públicos ha sido uno de los pilares de la campaña trumpista, que ya se ha comprometido a, por ejemplo, eliminar el Departamento de Educación, entre otras ramas del gobierno federal implicadas en cuestiones sociales. Cabe decir que, según ha anunciado el mismo Trump, el departamento no formará parte del organigrama ministerial, sino que operará como una entidad consultiva fuera del ejecutivo -hecho que permite esquivar los potenciales conflictos de intereses de Musk y Ramaswamy, ambos dirigentes de compañías con importantes negocios con el sector público y afectados por una multitud de agencias reguladoras-. Sus «consejos», sin embargo, sí que marcarán directamente la hoja de ruta de los mismos organismos que sirven de guardarraíles para su actividad de negocio, en industrias tan estratégicas como son la automoción, la aeroespacial, las nuevas tecnologías o la farmacia.
Sin este control de la estructura administrativa, ambos millonarios «cambiarán la burocracia federal con el ojo puesto en la eficiencia y, al mismo tiempo, mejorarán la vida de los americanos», ha prometido Trump. «Hundiremos el despilfarro y el fraude existente dentro de los 6,5 billones de dólares de gasto público anual», apostilla. Cabe recordar que, durante la campaña, Musk ha llegado a asegurar que un ejecutivo más eficiente permitiría recortar hasta dos billones de dólares la factura de la Casa Blanca. Los dos nuevos hombres fuertes de Trump, sin embargo, tendrán poco tiempo para ejecutar esta buscada limpieza de la estructura federal: el encargo, anuncia el presidente electo, «finalizará no más tarde del 4 de julio del 2026», cuatro meses antes de la celebración de las elecciones de medio término, en las que se renovarán de nuevo los 435 asientos de la Cámara de Representantes y un tercio del Senado.

El joven Trump
El apoyo de Musk a Trump es más que conocido, si bien Ramaswamy ha sido igualmente clave en el discurso de la nueva derecha republicana, especialmente el dirigido a la juventud. Nacido en Ohio pero de ascendencia india, el empresario inició a principios del 2023 una campaña para lograr la nominación republicana a la presidencia. Con un discurso dedicado a la extrema derecha del país -especialmente los cristianos evangélicos más militantes- terminó rindiendo la candidatura tras una derrota en las primarias del estado de Iowa. Los medios estadounidenses lo definen como un «Trump más joven y más anti-woke«; con posiciones duras contra el secularismo a cualquier escala social; radicalmente contrarias al aborto y a los derechos de las mujeres y las personas LGTBI -a quienes tilda de «secta»-. En el ámbito económico, se comprometió a despedir tres cuartas partes de los trabajadores públicos de EE. UU., así como a eliminar sus derechos sindicales. En paralelo, ha sido protagonista de varios escándalos por promocionar teorías de la conspiración, como la del Gran Reemplazo; o acusando a la administración Bush de haber estado implicada en los atentados del 11 de Septiembre del 2001 contra las Torres Gemelas.
Una aliada en Seguridad Nacional
Más allá del nombramiento de Musk y Ramaswamy, Trump ha anunciado también su elección para liderar el departamento de Seguridad Nacional -equivalente, si acaso, a un ministerio del Interior-. Se trata de la gobernadora de Dakota del Sur, Kristi Noem; una antigua neocon que se convirtió en uno de los principales apoyos del presidente electo en el partido republicano desde su victoria electoral. A pesar de las diversas atribuciones de la cartera, su causa principal será la expulsión de las personas migrantes. «Trabajará con el zar de las fronteras Tom Homan, y garantizará que nuestra tierra americana está segura contra los adversarios», ha declarado el líder republicano en una segunda publicación en Truth Social. Con un programa socialmente conservador e intensamente proempresa en el ámbito económico, Noem ha sido criticada por las bases trumpistas por haber sido una conversa dentro del partido; si bien ya parece integrada en las filas dominantes. Fuera de la política, se la conoce especialmente por haber matado de un disparo al perro de su familia por ser demasiado «peligroso».