Hacía más de cincuenta años que no había una escalada de la tensión bélica tan fuerte entre Palestina e Israel. El ataque de Hamás con más de 2.000 misiles ha desembocado en una guerra entre los dos países que en poco más 24 horas ya ha dejado más de 600 muertos. Según las últimas informaciones, en la franja de Gaza se ha contado ya 256 víctimas mortales y unos 1.800 heridos a consecuencia de la contraofensiva israelí. “El número total de personas que han llegado hasta ahora a los hospitales de la Franja de Gaza. Como resultado de la agresión israelí asciende a 256 mártires, entre ellos 20 niños, y unos 1.800 heridos con varias lesiones”, ha informado el Ministerio de Sanidad de la Franja de Gaza. Si a estos heridos le sumamos los 21 muertos en territorio israelí, suman un total de 277 muertos como mínimo.
Por la parte israelí, el Ministerio de Sanidad ha informado que al menos 300 personas han muerto y 1.590 han resultado heridas en el ataque de Hamás de este sábado. Aun así, varios medios del país aseguran que se espera que la cifra final sea superior. A todo esto se tienen que sumar que 26 militares israelíes han muerto desde que empezó la operación “Espadas de Hierro”, el contraataque israelí contra Gaza y Hamás. Además, las Fuerzas Armadas israelíes han informado que hay 22 zonas “activas” en el sur de Israel con presencia de individuos palestinos armados.
Amnistía internacional pide evitar muertes civiles
Ante esta circunstancia, la ONG Amnistía Internacional (AI) ha denunciado que son “los civiles de ambos lados” quienes están pagando el precio del nuevo enfrentamiento entre Israel y Hamás. Es por eso que ha hecho un llamamiento a las autoridades israelíes y palestinas para que eviten “un mayor derrame de sangre” entre la población civil. “Las fuerzas de seguridad israelíes y los grupos armados palestinos tienen que hacer todos los esfuerzos posibles para proteger las vidas de los civiles en el estallido de combates de hoy a Israel y los Territorios Palestinos Ocupados”, ha reclamado la ONG en un comunicado.
En esta línea, desde AI se han mostrado “profundamente alarmados por el creciente número de muertes de civiles en Gaza, Israel y la Cisjordania ocupada” y han instado ambas partes a cumplir con los principios del Derecho Internacional Humanitario. “Todas las partes en un conflicto tienen la obligación clara de proteger las vidas de los civiles atrapados a las hostilidades”, ha sentenciado la secretaria general de Amnistía Internacional, Agnès Callamard, quien también ha añadido que “atacar deliberadamente a civiles, llevar a cabo ataques desproporcionados y ataques indiscriminados que matan o hieren a civiles son crímenes de guerra”.
En este sentido, Callamard ha recordado el “historial terrible” de Israel al realizar “crímenes de guerra con impunidad en guerras anteriores a Gaza” y ha pedido a los grupos armados palestinos de zona que “se abstengan de atacar a civiles y utilizar armas indiscriminadas, como lo han hecho en el pasado, y con mayor intensidad en este caso”, reiterando que estos “actos equivalen a crímenes de guerra”.
Será una “guerra larga y difícil”
Todo y la reclamación de AI, no parece que las partes hagan demasiado caso. Desde Israel, el primer ministro, Benjamin Netanyahu, ya ha advertido que su país se ha embarcado “en una guerra larga y difícil” y que continuarán “sin tregua hasta conseguir los objetivos”. “La guerra nos fue impuesta por un ataque asesino de Hamás”, ha añadido el mandatario en una publicación de su cuenta de la red social X, antes Twitter.
Además, ha asegurado que la primera fase de la guerra “finaliza en estas horas destruyendo la mayor parte de las fuerzas enemigas que han penetrado en nuestro territorio”. “Al mismo tiempo, iniciamos la formación ofensiva y esta continuará sin reservas y sin tregua hasta lograr los objetivos. Restauraremos la seguridad a los ciudadanos de Israel y ganaremos”, ha sentenciado Netanyahu.
Hezbolá entra en la guerra “en solidaridad” con los palestinos
Por otro lado, Hamás ha recibido el apoyo de uno de sus grandes aliados, el partido-milicia libanés Hezbolá que se ha atribuido los rasgos de mortero efectuados en las últimas horas desde Líbano contra Israel como gesto de solidaridad con la población y las milicias palestinas. Según un comunicado, las milicias de Hezbolá han atacado tres establecimientos militares israelíes en la Montaña Dov, en los cuales las Fuerzas de Defensa de Israel no han notificado ningún herido.
Concretamente, Hezbolá, ha atacado “tres posiciones del enemigo sionista en las granjas ocupadas de Shebaa en Radar, Zebdine y Roueissat el Aalam, utilizando numerosos proyectiles de artillería y cohetes guiados”, de acuerdo con un comunicado. La justificación de estos ataques es muy sencilla, han estado “en solidaridad con la victoriosa resistencia palestina y el heroico pueblo palestino”.
En respuesta, el Ejército israelí ha anunciado que ha efectuado un ataque con aviones no tripulados contra la “infraestructura de Hezbolá” en la zona y, según una fuente militar, el lugar era una tienda de campaña que la formación instaló en territorio israelí hace meses.
Hezbolá se había mantenido al margen en gran medida en combates anteriores entre Israel y grupos de milicias palestinos, y solo ha hecho la vista gorda ante las facciones locales que operan desde su territorio, en el sur del Líbano.
