El objetivo era encontrar el mejor chef joven del Baix Llobregat y, con mucha seguridad, podemos decir que lo ha hecho porque la pinta era exquisito y las valoraciones han sido muy buenas.

El secret del vell de Cervelló, cocina de autor con platos buenísimos
El primero en demostrar sus habilidades en la cocina ha sido Sergi Poyatos, de El secret del vell en Cervelló. La primera parada ha empezado muy fuerte, con cocina de autor que mezcla la tradición y el toque moderno. El local es acogedor y la cocina está muy bien aprovechada, una buena presentación que ha convencido a todos excepto a uno de los rivales que acabaría siendo el más crítico. También él ha sido el más duro a la hora de criticar los platos: «Me falta
En la primera valoración hecha por los compañeros, este local recibía una media de 7,7 en la comida a la que hacía tiempo que no se llegaba. El servicio y la cocina también han estado muy puntuados con un 7,3. La nota más baja se lo ha llevado el precio con un 6,7.

El Tast, mucha cantidad de comida a precio bajo
Después llegaba el turno de David Taustet, quien está a cargo de El Tast de Molins de Rei. El espacio ha gustado mucho, sobre todo gracias a una terraza ideal para cenas en verano. La cocina no ha recibido tan buenas valoraciones porque era bastante antigua, pero igualmente todos han destacado que debe de ser fácil trabajar en aquel espacio. Al llegar los platos, todos se han quedado sorprendidos por la buena presentación.
Aquí rápidamente se han dado cuenta todos que Sara, una de las rivales, es realmente un trozo de pan. Absolutamente todo le parecía bien y no se ha quejado en ningún momento, ni siquiera cuando ha recibido un plato de lentejas con poca cantidad: «Es que es un plato contundente», ha intentado justificar incluso entonces. Ha habido alguna pequeña crítica a los platos, como por ejemplo que los dados de salmón de la ensalada eran demasiado grandes.
Eso sí, en general les ha gustado mucho y todos han destacado las raciones de los segundos platos. En teoría eran parte de un menú, lo que no se han acabado de creer porque nunca te ponen tantísima cantidad de comida para aquel precio: «Los platos están sobredimensionados para ser un menú». Al recibir el ticket con el precio, tampoco se lo creían porque les había salido ridículamente barato.

Las notas han ido en sintonía con aquello que han visto. Lo que han valorado mejor ha sido el precio con un 8,3 de mediana. La comida también ha sacado un 7,7, así que empata con el anterior concursante. Finalmente, el peor ha sido un servicio que consideran que no se merece más de un 6,3.
En esta parte del programa, ha habido un momento curioso. Todos se han dado cuenta de que los segundos estaban mucho más buenos que los primeros y Marc Ribas ha querido ir a la cocina a preguntar si es que los habían cocinado personas diferentes. El chef se ha hecho un lío, ya que quería decir que lo había hecho todo a medias con la propietaria, pero esta lo ha negado y lo ha dejado un poco en evidencia. Después, el joven lamentaría en público que hubiera querido restarle protagonismo.

Sara Martínez, un encanto que ofrece platos muy buenos en Gavà
La más
Ahora bien, la comida ha recibido muchos aplausos. Lo han encontrado todo muy bueno, aunque no estaban tan muy presentados como los de los otros: «Visualmente son simples». El contenido, una maravilla. Para demostrarlo, solo ha habido que ver la cara de placer de Marc Ribas mientras comía y soltaba un «Hostia«. Los otros han coincidido que el nivel estaba siendo muy alto: «¡Sara apunta fuerte! Me cago en la p…», decía uno de los rivales riendo.

Las notas no han estado tan altas como podían parecer. En la comida también ha sacado un 7,7; un triple empate. En el precio ha sacado otro notable de nota mediana, pero lo ha perjudicado mucho el 5,7 con que han puntuado la cocina.
Guerra de egos en la cocina del Kaprixo
El último turno ha sido para Jan Amorós, jefe de cocina de El Kaprixo de Esplugues de Llobregat. El espacio destaca por su modernidad, reflejada en dos cuadros extraños que no han acabado de convencer. La cocina, abierta y a la vista de los clientes, ha acabado siendo escenario de una guerra de egos con el propietario del local; que no ha dejado que su cocinero se luciera.
Desde el principio se hacía evidente que el concursante de este

Dejando esto de banda, bien es verdad que la comida les ha gustado. No se esperaban pizzas en un ambiente así, pero la que han pedido les ha gustado bastante. Tenían las expectativas muy altas y les ha decepcionado un poco que los platos tuvieran demasiado aceite o que las croquetas no fueran tan buenas como decía su fama. Sin embargo, lo han valorado bien y se ha llevado un 9 de media al servicio. La peor nota, para la cocina con un 6,3.
La confrontación final, tranquila y con tres cambios de nota
La confrontación final ha sido mucho más calmada que en otras ocasiones. Prácticamente no se ha escuchado ningún reproche, más allá de una pequeña acusación de Sergi a David por haber puntuado algo más bajo que el resto. Sara, por supuesto, ha estado quien mejores notas ha puesto y esto lo ha acabado perjudicando porque ha acabado en última posición: «Ver esto te hace estar de
Marc Ribas les ha querido felicitar a todos, ya que dice que esta es la primera vez en que disfruta mucho de la comida en los cuatro restaurantes participantes: «Os felicito«. Después de sus votos y el plato estrella, que se lo ha llevado el bacalao de El secret del vell, ha habido un cambio en la clasificación y ha sido él quien se ha puesto en primer lugar. Realmente se lo merecía más él, que sí que ha ejercido de jefe de cocina, que no Jan que ha tenido que hacer caso en el propietario.
Tres de ellos han cambiado la nota. Sergi ha querido cambiar el 10 que había puesto al precio de David para un 7. David, por su parte, ha pasado de haber valorado el espacio de Sergi con un 6 a hacerlo con un 7. Y, finalmente, Jan ha bajado la nota de la cocina de Sergi a un 6.