Desde entonces es un testigo protegido, ya que se encuentra en peligro por estar detrás del encarcelamiento de una persona importante en una banda latina. Como no se le podía ver la cara y necesitaban que explicara lo que sabía para sostener el capítulo, optaron por dibujarlo y aprovechar esta circunstancia para probar cómo quedaría parte de la historia explicada a través de unas ilustraciones con movimiento.
Parece que el experimento ha gustado o, al menos, esto hace pensar que hayan conseguido seis puntos más de audiencia que la semana pasada. La tercera parte del caso de Jordi Comas los hundió con un 18,9%, lo que han dejado atrás gracias al 24,1% de esta semana. También puede haber ayudado que este fuera un caso diferente y que lo explicaran en solo un capítulo.


El caso de Jimmy Cox congrega más telespectadores que el anterior
El caso en cuestión tenía como protagonista a Jimmy Cox, un ciudadano de origen ecuatoriano a quien mataron a sangre fría de un disparo en la cabeza cuando hacía cola en una discoteca de Hospitalet. La historia parecía buena en un principio, puesto que sus amigos aseguraban que era un chico normal con pareja, a punto de ser padre y que no tenía problemas con nadie. Poco después sabrían que mentían, de igual manera que los porteros de la discoteca tampoco habían dicho la verdad.
Gracias al testigo del miembro por una banda latina, pudieron saber que un chico de la banda rival había amenazado previamente a Jimmy. Un mes antes, vio como se acercaba mucho a su pareja en una discoteca y le tocaba el culo. Allí protagonizaron una discusión que habría acabado con la identificación de este hombre celoso. Parece que quería dejar claro que nadie se acerca «a aquello que es suyo», por lo que se vengó de Jimmy con un disparo en la cabeza por detrás con el que demostraría a los otros miembros del clan que era un hombre poderoso y con mucha sangre fría.
Se dieron varias circunstancias que ayudaron a descubrir la identidad de este hombre, un asesino a quien pudieron detener después de pinchar el teléfono de su novia. Una vez identificada por el testigo protegido, no les fue difícil encontrar su cómplice. Un crimen pasional que, aparentemente, tampoco parece mucha cosa; pero que han explicado de manera ágil y con el añadido de unos dibujos que han aportado un toque diferencial a este capítulo.