La segunda edición de Eufòria avanza a toda máquina, pasando por encima de demandas, y la cuarta gala ha dejado la multitud de espectadores del programa de TV3 un panorama en que reinan dos divas: Elena y Jim, las dos favoritas de la noche, a pesar de que ha sido la mallorquina la que ha acabado sentada en el trono este viernes por la noche. Sea como fuere, cada cual tendrá sus preferencias, pero la potencia de estas dos mujeres ya empieza a ser difícil de rebatir y, si no hay un giro de guion, empieza a verse un duelo de alto voltaje de cara a la fase más decisiva del talent show de la cadena de televisión pública catalana. En el flanco masculino, Jan se va imponiendo, pero con menos fuerza y en una montaña rusa que lo hace pasar de favorito a nominado en una trayectoria un poco desconcertante.

Jim, durante su actuación a 'Euforia', cantante 'The look' de Roxette
Jim, durante su actuación a ‘Euforia’, cantante ‘The look’ de Roxette

Después de estar nominada en el primer programa, el del caos de las puntuaciones del público por una innovación de última hora que quiso introducir la dirección, Jim ha ido subiendo a cada gala. Por eso la semana pasada acabó el programa como favorita y esta semana ha vuelto a ser, aunque a última hora Elena le ha quitado el trono, en un movimiento a la inversa de la última vez: el hecho que Elena –una estrella clara desde el primer día– haya actuado la última este viernes seguro que no es casual, porque en dos ocasiones ha quedado destronada por otros compañeros a última hora. Todo indica que le han querido dar la oportunidad de ser la favorita de la noche. Y, como que se ha ganado el trono con su actuación, así ha sido.

Jim, con Roxette, y Elena, con Tomeu Penya hacen vibrar el público

Las dos actuaciones han estado espectaculares. Jim, que lleva el rock en las venas –literalmente: descubrimos su madre rockera en un pequeño reportaje entrañable hace dos semanas–, ha llevado los espectadores hasta una lavandería –gran decorado– dónde ha hecho un potentísimo The look, de Roxette, en que la concursante de Euforia ha podido lucir voz y capacidad con la coreografía La actuación ha entusiasmado al público presente al plató, que ha acabado reclamando a gritos que la hicieran favorita. El jurado ha estado de acuerdo y lo ha enviado al trono, donde se ha quedado hasta el final del programa.



El turno de la que ya es claramente su rival indiscutible –a diferencia de Jim, aspirando a ganadora desde el primer día– ha llegado al final, y ha dejado todo el mundo sin palabras. O, más bien, con palabras de entusiasmo. Elena tenía en sus manos un caramelo pero que también era un reto, y por las imágenes grabadas durante la semana y los comentarios que había hecho se sabía que le hacía respeto enfrentarse al country-rock de Tomeu Penya, una estrella total en su Mallorca.

La fuerte personalidad de Elena llena el plató de ‘Eufòria’

A pesar del desafío, como en las otras galas, Elena ha demostrado una vez más que no solo tiene voz y la sabe usar, sino que tiene personalidad. Se ha vuelto a hacer suya la canción, la mítica Illes dins d’un riu, y nadie ha intentado buscar Tomeu Penya ni lo ha echado de menos. Esta capacidad es un punto de ventaja, de momento, que tiene Elena sobre Jim, pero no avanzamos acontecimientos porque la rockera hija de rockera está demostrando una gran progresión, cada día se la ve más segura y todavía no lo ha dicho todo, ni mucho menos. La emoción está garantizada.



Las palabras que el jurado ha dedicado a Elena no dejan lugar para la duda: se tendrán que esforzar mucho para ser objetivos, porque no pueden esconder que lo adoran. «La gente contigo vuela, y yo ahora quiero coger un avión hacia Mallorca», le ha soltado Elena Gadel, «de Elena a Elena». «Eres una bestia narrativa», ha admitido Lildami. «Te quiero dar las gracias por llevarnos el olor de sal de tu isla», ha rematado Carol Rovira.

Apuesta por canciones en catalán

No hay que decir nada más respecto de Elena. En cuanto al resto de los concursantes, la gala ha sido muy variada. Incluso irregular. Un punto a favor es que ha habido más canciones en catalán que en otras galas: además de Elena, han cantado en catalán Sofía –Superfashion, de las Macedonia, que ha pasado sin pena ni gloria–, Alèxia –Bona nit, de Els Pets, que incluso le han regalado un pequeño encuentro en el pueblo de donde ella también es, Constantí– y Jan –Supermercat, de Lildami.



El reto de Alèxia ha sido importante: Bona nit es la canción que le cantaba su madre de pequeña para dormirla y un icono de las estrellas de su pueblo. Y se ha salido solo a medias. El jurado le ha dado tres ‘sí’, pero muchos espectadores que se han pronunciado en Twitter –posiblemente más seguidores de Els Pets que de Eufòria– lo han criticado con dureza.

Trance para Lildami: Jan ha cantado su ‘Supermercado’

En el apartado de canciones en catalán merece capítulo aparte el de Jan cantando Supermercat de Lildami, uno de los miembros del jurado. El reto era máximo y para Lildami la situación era muy comprometida. La dirección de Eufòria ha querido añadir espectacularidad en el programa con este tipo de cotejo y el resultado ha sido mediocre.



Jan ha hecho lo que ha podido, pero las dos integrantes femeninas del jurado, Carol Rovira y Elena Gadel han considerado que no ha sido suficiente y lo han enviado a la zona de peligro –un lugar que conoce– con sus ‘no’. En cambio, Lildami ha sido mucho más empático y ha resaltado la dificultad que tiene cantar su pieza, compuesta expresamente para hacerse con autotune, sin «los artefactos» que requiere. Por eso le ha dado su ‘sí’.

«‘Eufòria es inimitable'»: el dardo a Mainat y Toni Cruz

La demanda que han presentado Josep Maria Mainat y Toni Cruz, de Gestmusic, contra Eufòria –por un supuesto plagio de OT– ha planado durando toda la gala. Por eso se ha reforzado mucho el papel del VAR, formado por Clara Luna y el productor Jordi Cubino, que vigilan y evalúan las segundas voces y que cada semana envían a la zona de peligro dos concursantes más –se añaden a los nominados por el jurado– que consideran que no han hecho bien la parte del trabajo como segundas voces de sus compañeros. Es un aspecto del concurso que OT no tenía, y esta semana los ha interesado mucho remarcarlo.

En medio programa, Jordi Cubino ha hecho una defensa encendida de Euforia –»es inimitable», «junta tres generaciones al sofá ante la tele», «cuida mucho las segundas voces»–, siempre sin mencionar directamente la demanda. Pero esta necesidad de hacer hincapié en las segundas voces ha hecho un VAR más llevar que nunca, que ha nominado tres concursantes en lugar de los dos habituales. En realidad, ha sido un drama ficticio, porque uno de los escogidos ha sido Jan –que ya ha quedado claro que vive en una montaña rusa–, que ya estaba nominado por el jurado. Pero la noticia ha caído como una bomba y ha dado intensidad al tramo final de la gala.

De este modo, ha habido cuatro nominados como siempre –a pesar de que uno de ellos señalado por dos bandas–. Han sido Jan, Domènec, Claudia y Alèxia. Los coachs han elegido salvar a Jan y a Alèxia y después ha sido el turno del público, que ha escogido a Claudia para continuar –quizás influido por las lágrimas que ha soltado cuando ha pedido que la votaran– y ha enviado hacia casa a Domènec. La semana que viene, más.

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