Los días avanzan y en un abrir y cerrar de ojos los protagonistas de Com si fos ahir han llegado al ecuador de la semana. La serie diaria de TV3 se acerca al final de la octava temporada, a la espera de la emisión especial del capítulo final el próximo 20 de julio. Las tramas más jugosas deben ir cerrándose y el episodio de este miércoles 9 de julio recupera un par de historias que se habían quedado ocultas en un cajón.
El apartamento de s’Agaró ha generado una pelea entre amigos de la pandilla
Han sido días movidos para los amigos de la pandilla del Reina Sibil·la. Los guionistas necesitan aumentar la tensión y generar toda clase de situaciones complicadas para atrapar a los fieles espectadores antes del final de la temporada. Historias como la relación tóxica de la Patri (Lua Amat) y el Bernat, o el caos judicial de la Marta (Sílvia Bel) con l’Esteve han dejado a los seguidores esperando los próximos movimientos con impaciencia.
Este miércoles, sin embargo, han recuperado unas tramas que se habían quedado medio olvidadas. El conflicto por el apartamento de s’Agaró sigue vigente y eso que parecía que estos tres amigos boomers perderían su amistad por culpa de un piso en la Costa Brava. El Jordi (Andrés Herrera) se comportó como un niño pequeño con la Gina (Meritxell Huertas) y l’Eva (Alícia González Laá) después de varios enfrentamientos y discusiones.
Compartir un apartamento entre los tres se ha convertido en una relación tóxica y para poder pasar página, decidieron venderlo y olvidarlo todo. L’Eva decidió que prefería vender el piso antes que perder a los amigos y ante esta oportunidad de compra, el Jordi no tardó ni dos segundos en querer quedarse con la propiedad. Eso sí, su estrategia podría frustrarse cuando menos lo espere.
La estrategia del Jordi para comprar el apartamento
En el capítulo de este miércoles 9 de julio, el Jordi ha buscado una supuesta compradora para el piso, pero ha ocultado parte de esta información. Una conocida suya fingirá que comprará el piso, cuando en realidad es el Jordi quien se lo quedará, ofreciéndole una comisión por formar parte de todo este enredo. Después critican las travesuras de la Lídia (Míriam Alamany), pero la expareja de la Gina es aún más complicado y manipulador que ella.
Hablando de la prima, ella también intentó engañar a la Gina y sus amigos haciendo ver que compraba el apartamento para compartirlo con la Gina, pero sin decir que era ella quien lo estaba adquiriendo. Su prima se negó, actuando de buena fe y sin pensar que el Jordi siempre hace las cosas para buscar beneficio propio.
Una nueva oferta de compra inesperada
Cuando todo estaba casi cerrado, l’Eva recibe una llamada de l’Andreu (Marc Cartes) porque hay una nueva oferta de compra. La Paz (Anna Güell) y la Joana (Marta Angelat) están interesadas en el piso de s’Agaró e incluso ofrecen 15.000 euros más del precio base para intentar seducirlos y que acepten la contraoferta. L’Eva habla con el Jordi, que le avisa que ya tienen una señal por el piso, pero ella quiere hablarlo con la Gina porque es una buena suma de dinero extra. ¿Quién logrará quedarse con el apartamento de la discordia?
L’Isern sigue obsesionado por el caso de la Vane
Los personajes jóvenes han ido tomando más protagonismo temporada tras temporada. El Comsi intenta reflejar las situaciones cotidianas de los espectadores catalanes y a medida que se amplía la audiencia, también lo hacen las tramas de los jóvenes. En el caso de l’Isern (Arnau Berlanga), lleva semanas obsesionado con el caso de la Vane. La nueva profesora del Gim Rabbit ha entrado por la puerta grande para ganarse el aprecio de los personajes. El problema, sin embargo, es que hay algo extraño que la rodea. El Marcel (Nil Cardoner) y l’Isern comenzaron a sospechar que ella estaba vinculada con la desaparición de una chica del barrio de Horta, porque todas las pistas de la policía apuntaban hacia ella, incluso un retrato robot.
La chica ha sufrido el rechazo de las personas que la rodean cuando solo intentaba encajar dentro de un grupo nuevo, pero con los días, han podido conocerla un poco más y descubrir que dentro de sus peculiaridades hay cierto encanto. El único que se ha quedado con la mosca detrás de la oreja es l’Isern, que en el capítulo de este miércoles ha soñado que la Vane quería vengarse contra él. La chica y el Marcel deben dejar el piso de la Cati (Olalla Moreno) y piden la ayuda de su amigo, que se muestra muy incómodo por la situación. Después de pasar el día todos juntos gestionando la mudanza, parece que por fin ha podido olvidar sus paranoias…
Un nuevo objeto provoca la histeria de l’Isern
Los guionistas saben mantener el misterio hasta el final y cuando l’Isern estaba terminando de bajar una caja de libros de la Vane, encuentra uno de ellos con las iniciales de la chica desaparecida. Además, hay un mensaje sospechoso que dice: «Desapareció sin dejar rastro, como lo hacen las cosas que alguien se encarga de borrar».
Todo huele a quemado y esto no ayuda a tranquilizar a l’Isern, que vuelve a estar histérico y tiene que fingir que todo está bien cuando cree que la novia de su amigo puede ser una criminal. Un nuevo capítulo lleno de tensión y tramas que aún darán mucho que hablar en los próximos días.
