La semana ha comenzado muy fuerte en Como si fuera ayer. El embrollo a dos bandas de Eugeni (Oriol Vila), el nuevo seductor de la serie diaria de TV3, mantiene a los fieles espectadores esperando con ansias los avances de la relación entre las dos socias, enloquecidas por los intentos de atracción de este personaje. Los guionistas de Comsi continúan explorando tramas diversas y el grupo del instituto Reina Sibil·la tiene varios frentes abiertos actualmente. Las investigaciones de Marta (Sílvia Bel) han provocado una serie de consecuencias para las personas que quiere. Por otro lado, Lídia (Míriam Alamany) ha puesto en marcha una nueva estrategia contra uno de los protagonistas más vulnerables.
Lídia se aprovecha de la vulnerabilidad de Agustí
Esta octava temporada una de las incorporaciones más destacadas ha sido Lídia. La prima de Gina (Meritxell Huertas) se ha convertido en una de las protagonistas de las tramas más intensas y surrealistas. Primero, peleándose y provocando la ruptura de Jordi (Andrés Herrera) y Gina inventándose que se habían acostado juntos. Luego, siendo una de las víctimas del estafador del amor en una historia surrealista que enganchó a los espectadores. Cuando parecía que estaba un poco más tranquila, los guionistas han provocado un giro de guion que le sienta muy bien.

Después de pasar las vacaciones de Semana Santa en el apartamento de Gina en la Costa Brava, las primas se ven obligadas a hacer una serie de reformas y contratan a Agustí (Marc Rodríguez). Viendo la buena fe y sobre todo, el precio tan bajo que les ha cobrado, la mujer ve una oportunidad de negocio que no dejará escapar. La semana anterior, se inventó que sus fontaneros la habían dejado tirada y necesitaba ayuda urgente. Haciendo ver que tenía ardor de estómago por la ansiedad -haciendo el papel de su vida-, Agustí se vio medio obligado a hacerle el favor. Pero ¿por qué se siente tan vulnerable con Lídia? Resulta que se parece muchísimo a su esposa, que murió hace quince años. Esta impresión, que al principio la hizo enfadar muchísimo, es la puerta de entrada para su nueva fechoría.

Agustí cae en la trampa de su nueva «amiga»
En este capítulo del martes, la trama continúa. Después de quedar con Agustí en la Barnateca, comienza a planificar los próximos trabajos. El hombre, agobiado por su insistencia, se niega como puede a sus peticiones porque no tiene tiempo. Entre su trabajo de autónomo y las reparaciones del gimnasio, necesita más manos para hacerlo todo. Ahora bien, Lídia no se rinde y ha decidido buscar información sobre Maria Pilar, la esposa de Agustí, a través de su hijo Marcel (Nil Cardoner). Después de intentar buscar respuestas, y ante la negativa del chico, se pone a investigar el perfil de Instagram del chico. Allí encuentra una publicación con la canción que sonó el día de su boda.

Haciendo ver que no sabe nada, lo invita a almorzar y cuando van en coche hacia casa, pone la misma canción. La reacción de Agustí es, sinceramente, muy triste. El hombre se pone a temblar, llorando y Lídia –un personaje que hace cuatro días era víctima de las maquinaciones sentimentales de un estafador del amor y ahora actúa con crueldad interesada, ha pasado de víctima a verdugo– sabe que ha encontrado el punto más sensible de su amigo. Todo parece indicar que la mujer continuará manipulando a su nueva víctima.

Las investigaciones de Marta traen problemas
Marta es uno de esos personajes que no se detienen cuando ven conflictos. De hecho, donde haya problema, será la primera en poner la oreja para saberlo todo y ver qué puede hacer para conseguir lo que quiere. Después de las amenazas que ha sufrido Joel (Gerard Navarro) por culpa de su padre y las coacciones económicas que lo pusieron entre la espada y la pared, Marta descubrió que Esteve había conseguido un permiso para salir de la cárcel. En los episodios anteriores ha intentado hacerle la vida imposible, espiándolo y contándole la verdad sobre su pasado a la propietaria del bar donde estaba trabajando. ¿Pero alguien creía que se quedaría aquí? Para rematarlo todo, lo interceptó por la calle para gritarle y decirle que ella era la responsable de que lo hubieran despedido del bar. No se puede tener más descaro…

El problema ha llegado cuando Salva (Ernest Villegas) ha descubierto que su novia estaba buscando las cosquillas de un hombre tan conflictivo. En este capítulo del martes 6 de mayo, sus acciones, que la han llevado a convertirse en la nueva agente 007 han terminado afectando a las personas que quiere. Joel necesita someterse a una intervención y su madre, Isabel (Mariona Ribas) se ha visto obligada a pedirle dinero a Marta para poder pagarlo. Como Esteve no le pasa dinero porque no tiene trabajo, la mujer está ahogada por los gastos. Evidentemente, la ha ayudado, pero eso no evita que se sienta culpable por la situación.

Más tarde, el hombre busca a Marta para explicarle que ha encontrado un nuevo trabajo y le pide que no se interponga porque él mismo ha explicado la verdad sobre por qué estuvo en la cárcel. La mujer no le cree e incluso le espeta que le dé información sobre su terapeuta, porque no se fía de las cosas que cuenta. Esteve le confiesa que participó en un grupo de apoyo cuando estaba en la cárcel y que está intentando rehacer su vida. Parece que Marta no quiere ablandarse y sigue empeñada en hacerle la vida imposible. Aunque su entorno sufre por ella, parece incapaz de dejarlo estar. ¿Es cierto que Esteve ha aprendido y se está rehabilitando? ¿O Marta buscará motivos para mantenerlo alejado de su niño preferido? Sea como sea, aún quedan días para saber cómo acabará todo.