Suiza tiene uno de los modelos económicos que despiertan más interés de todo el mundo. El pequeño país helvético se ha erigido por decimotercero año en el más innovador del planeta -según un estudio de la ONU- gracias a una red de apoyo al emprendimiento y a la industria de la cual se aprovechan desde grandes multinacionales hasta investigadores en solitario.

Con este contexto, una delegación de la asociación empresarial Femcat, formada por 500 compañías que representan el 8% del PIB catalán, se ha desplazado al territorio suizo para estudiar la viabilidad de importar su característico modelo de colaboración publicoprivada, donde la formación profesional tiene un papel capital. Los representantes se han reunido con varios empresarios e investigadores catalanes establecidos en Suiza, que les han trasladado aquellos puntos clave que han impulsado el sector económico helvético hasta llegar a las cotas actuales.

«A diferencia de Cataluña, aquí hay ganas de hacer que las tecnologías vuelen lejos«, señala en declaraciones a la ACN Josep Solà, investigador catalán que llegó al país en 2004 y ha desarrollado una tecnología pionera para monitorizar la presión arterial con una pulsera. Solà cree que uno de los elementos capitales del modelo es la voluntad política de dar alas a los centros de investigación, que reciben importantes fondos gubernamentales para impulsar nuevas tecnologías a sabiendas de que en el futuro acabarán saltando al mercado.

En la misma línea se pronuncia Lluís Cantarell, exvicepresidente mundial de Nestlé, la multinacional alimentaria más grande del mundo. «El primer interesado en que la innovación se haga en Suiza es el gobierno suizo», asegura en declaraciones al mismo medio, ejemplificando este «claro compromiso» con la innovación con la apuesta que su compañía hizo con las famosas cápsulas de café ‘Nespresso’, que se mantuvo como puntal corporativo a pesar de producir pérdidas durante 10 años.

Masa laboral cualificada que no protesta

En general, los empresarios catalanes que han participado en este encuentro detallan que en Suiza se han encontrado con una masa laboral «altamente cualificada que no se queja» y dónde «la excelencia se encuentra en cada razón», con una voluntad de buscar el consenso, que se traslada a la estructura de los gobiernos y la toma de decisiones vía referéndums.

Comparte

Icona de pantalla completa