Seis hombres se vistieron con los uniformes policiales del cuerpo de los Mossos d’Esquadra y se equiparon con sus armas para entrar a robar en el interior de un piso a Sant Andreu de la Barca el pasado mes de abril. Allá, una vez dentro, esposaron la víctima con el material policial para poder robar todo el que tenía en el piso. Este es uno de los más de sesenta robos en todo Cataluña que han cometido presuntamente un grupo criminal y por el cual los Mossos los han detenido.
Los agentes de la policía catalana los detuvieron el pasado martes como presuntos autores de delitos contra el patrimonio, lesiones, detención Ilegal, usurpación de funciones públicas, tenencia de armas, delitos contra la salud pública y pertenencia a grupo criminal. Entre los si detenidos suman casi 90 antecedentes. El primer robo que hizo saltar la alarma a la policía fue el de Sant Andreu de la Barca, y fue a partir de entonces que empezaron a investigar otros casos para vincularlos con este.
Gracias a esta investigación pudieron afirmar que se trataba de un grupo que operaba conjuntamente y que cometían delitos con un alto nivel de complejidad técnica, cosa que indica que estaban muy organizados. Fruto de esta investigación, los Mossos organizaron un macrooperativo para registrar seis pisos diferentes en Barcelona, Rubí, la Torre de Claramunt, La Pobla de Claramunt, Sant Quintí de Mediona e Igualada.

La investigación sigue abierta
Todo y la sexta de detenciones, los Mossos todavía no han dado por cerrada la investigación y no descartan detener más personas involucradas en esta trama. Los cacheos policiales también los permitieron requisar todo el material que los hombres usaban para cometer los crímenes: armas de fuego cortas reales y simuladas, uniformes, emblemas y material policial y elementos de alta tecnología que usaban para robar vehículos. De los seis detenidos, dos han entrado a prisión a la espera de juicio, y los otros cuatro han quedado en libertad con cargos.