Nueva jornada de disturbios contra la policía en una ciudad de Cataluña. Seis agentes de los Mossos d’Esquadra han acabado heridos por golpes con bastones y lanzamiento de objetos en el barrio de la Mariola, en Lleida. Tal como ha adelantado ‘El Caso‘ estas agresiones contra los efectivos policiales se habrían producido después de una pelea multitudinaria en este barrio leridano.
Los agentes policiales recibieron un aviso, alrededor de la medianoche del pasado domingo, en el cual se informaba de una pelea en la que estaban implicadas más de un centenar de personas. Cuando los Mossos d’Esquadra se personaron en el lugar de los hechos no encontraron la pelea sino que fueron recibidos con golpes dados con bastones y con lanzamiento de objetos. La recepción a los Mossos terminó con un total de seis agentes heridos, dos con contusiones y otros cuatro han necesitado puntos de sutura por los golpes recibidos en la cabeza. De hecho, las agresiones contra los agentes policiales han hecho que uno de los mossos afectados siga en observación. Ante estos hechos, los Mossos han abierto una investigación para encontrar a los culpables aunque todavía no hay detenidos.
Otro barrio de Cataluña en el cual se producen incidentes con los Mossos
En los últimos meses se han producido varios enfrentamientos entre la policía catalana y habitantes de algunos barrios de Cataluña. El pasado mes de enero los Mossos d’Esquadra tuvieron que blindar el barrio de la Mina, en Sant Adrià de Besòs, tras la escalada de violencia que sufrió este barrio catalán en una escalada de violencia entre clanes y que terminó con varios tiroteos en el barrio.
Uno de los otros lugares donde se produjeron disturbios con la policía fue en el barrio de la Font de la Pólvora, en Girona. Desde el pasado Sant Joan de 2024 el barrio vive en tensión por los enfrentamientos entre clanes y la policía. A principios de este mes de abril los Mossos d’Esquadra se personaron en el barrio para detener a un menor de quince años que estaría implicado en el intento de ocupación que provocó daños en el centro cívico l’Onyar. Esta presencia policial alborotó a la población local y se produjeron disturbios con los agentes de los Mossos.