Las estafas cada día son más rocambolescas y a veces tienen objetivos sorprendentes. Una de las que ha ganado más fuerza últimamente es la llamada brushing, una estafa que comienza con la llegada de un paquete que no has pedido y que harías bien en no aceptar nunca. Según alerta la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), el método del brushing consiste en enviarte un paquete a tu nombre y a la dirección de tu casa con uno o varios productos que no has solicitado.

El peligro comienza cuando lo aceptas, ya que esto “te identifica como cliente y pueden utilizar tus datos”, unos datos que han conseguido sin consentimiento, claro. “Lo que parece un regalo, o un error, en realidad es una suplantación de identidad”.

¿Qué buscan conseguir con el ‘brushing’?

Los estafadores que utilizan el brushing tienen una misión principal: usar tus datos para dejar reseñas positivas sobre sus productos en webs y plataformas de venta en línea y así “manipular” las valoraciones. El objetivo es “engañar” a las plataformas y los organismos de control.

Desde la OCU advierten que, a pesar de ser una estafa que parece “poco grave”, el alcance del engaño es mayor, ya que no solo están “suplantando” tu identidad, lo cual es un delito, sino que además demuestra que han accedido a tus datos personales y los “están utilizando de manera fraudulenta para abrir cuentas falsas y hacer comentarios a tu nombre”. Además, esos datos podrían utilizarse para otros delitos.

Otro riesgo de este tipo de estafas es que los productos que se han enviado a tu casa sin tu consentimiento “podrían no haber pasado los controles de calidad” exigidos por la ley. En el caso de que se trate de un dispositivo electrónico, podría contener un virus u otro programa malicioso que pueda recoger más información personal o incluso datos bancarios. En algunos casos, el producto utilizado para consumar el engaño eran semillas de especies invasoras procedentes de otros países que podían poner en riesgo los ecosistemas locales. 

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