El director general del cuerpo de Mossos d’Esquadra, Pere Ferrer, ha anunciado este lunes a los seis agentes condenados por una agresión racista en el Bages en los próximos días. Lo hará en luego que como se los notifique oficialmente la sentencia del juicio. Aparte de dejar de formar parte del cuerpo policial, los agentes también tendrán que indemnizar la víctima con 80.000 euros y no se podrán acercar a menos de 500 metros durante 4 años. La jueza también se los ha impuesto seis meses de inhabilitación y una multa de 300 euros. Según ha declarado Ferrer esta tarde a
El hecho que dejen de formar parte del cuerpo de policía de la Generalitat también comporta que los expedientes disciplinarios que se abrieron a los agentes a raíz de la denuncia quedarán sin efecto. Ferrer también ha querido dejar claro que a raíz de estos hechos que se produjeron en 2019, el cuerpo ha endurecido el régimen disciplinario de los Mossos por infracciones de carácter racial. De hecho, siguiendo esta misma línea, el consejero de Interior, Joan Ignasi Elena, ha apostado a través de la red social X, antiguamente conocida como Twitter, por un cuerpo de Mossos «que sea reflejo de la defensa de derechos y libertades, donde no caben de ninguna forma actitudes racistas y denigrantes».
Un año de prisión acordado
Los seis agentes de los Mossos d’Esquadra acusados de una agresión racista en el Bages han llegado este lunes en un acuerdo para aceptar un año de prisión, pagar una indemnización y hacer una programa sobre igualdad de trato y no discriminación. Los agentes evitarán entrar prisión porque la acusación particular, la defensa y la Fiscalía han pactado una rebaja de penas, que eran de entre cuatro y seis años, y a cambio los mozos han reconocido los hechos.