El temporero de 61 años que murió el lunes por la tarde mientras recogía fruta a más de 40 °C en una finca de Alcarràs (Segrià) lo hizo a causa de un «golpe de calor«. Así lo ha confirmado este miércoles la compañía de trabajo temporal que contrató a la víctima, que ha precisado que el control directo del empleado estaba cedido a «una empresa usuaria«. En un comunicado, la firma Empleo Express lamenta «el accidente laboral» y señala que desde el primer momento ha puesto todos sus medios a disposición de las autoridades laborales y que colabora «de forma plena y activa» en la investigación que debe esclarecer las circunstancias del «trágico suceso».

En esta comunicación, la empresa asegura que el trabajador había recibido la formación e información «necesarias» en materia de prevención de riesgos laborales, en coordinación con la empresa usuaria, «de acuerdo con la normativa vigente». Con todo esto, la compañía de trabajo temporal manifiesta su «compromiso con la seguridad y la salud laboral», y expresa su «apoyo a la familia del trabajador en estos momentos de dolor». «Con motivo del lamentable accidente laboral ocurrido recientemente, en el cual un trabajador cedido por nuestra empresa a una empresa usuaria murió a consecuencia de un golpe de calor, hemos trasladado nuestra más sincera condolencia a la familia, amistades y compañeros de trabajo», continúa el comunicado.

Desde Empleo Express recalcan que, en períodos de temperaturas extremas como el actual, la empresa refuerza sus actuaciones de prevención incrementando la comunicación en su página web, redes sociales y de manera directa a empresas y trabajadores, recordando las medidas a adoptar para minimizar los riesgos derivados del calor.

Segunda muerte en plena ola de calor

Cabe recordar que la muerte del temporero de Alcarràs es la segunda con nombre y apellidos después de la trabajadora de la limpieza que murió en Barcelona el último fin de semana de junio. La mujer, trabajadora de la subcontrata de FCC, tenía 51 años y cayó desplomada al llegar a casa después de completar su jornada laboral recogiendo basura con un carrito por las calles de Ciutat Vella.

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