La sequía que sufre Cataluña ha provocado que las reservas de agua catalanas estén al mínimo y, además, ha dejado al descubierto vestigios arqueológicos como el pueblo de Sant Romà de Sau, que quedó sumergido bajo el agua cuando en 1962 se inauguró el pantano de Sau. Esto ha provocado que las ruinas sean un atractivo más para el turismo de sequía que visita el Espacio Natural de las Guilleries-Savassona, pero hay comportamientos incívicos que se tendrían que evitar y que, además, están prohibidos. Como el de este grupo de turistas que el pasado sábado 5 de agosto no respetó la normativa vigente y se ensartó por las ruinas de La Rovira para hacerse fotos y dejar constancia en Instagram (si buscas a la aplicación el hashtag #pantadesau se pueden ver algunos ejemplos).

Tanto la Agencia Catalana del Agua (ACA), titular de la zona inundable del embalse; la Diputación de Barcelona, que gestiona el espacio natural; y el Ayuntamiento de Vilanova de Sau han explicado a El Món que está totalmente prohibido trepar por los restos arqueológicos del pueblo de Santo Romà de Sau, ya sea la iglesia, con vallas a su perímetro para evitar que la gente pueda acceder; como los restos que hay en la zona de La Rovira.

Fuentes oficiales de la ACA han explicado en este diario que se han instalado señales en la orilla del ante el campanario «donde se prohíbe de manera explícita que no se puede acceder en la zona» y recuerdan a la gente que haga caso de los avisos y no acceda en estas zonas para «evitar riesgos innecesarios». Por otro lado, alertan que cuando el volumen del agua baja mucho, como sucede en la actualidad, en el cauce del pantano se forman unos barros densos y peligrosos, «un tipo de arenas movedizas», y pueden hacer que personas y animales queden atrapados.

Por su parte, el Ayuntamiento de Vilanova de Sau ha detallado que la iglesia está cerrada por un tema de seguridad, puesto que hay «riesgo de desprendimiento» porque es un edificio «malogrado por el agua», pero admite que en el pasado la gente sí que se ensartaba y, incluso, cuando estaba inundada la gente llegaba nadando y subía al friso del campanario para echarse al agua. Una práctica, según las mismas fuentes, «muy peligrosa» porque si te echas al aigua por el lado donde hay la nave, «te puedes hacer daño».

Un turista ensartado a los restos arqueológicos del pueblo de Santo Romano de Sau / Josep M. Botanch

Incivismo sin sanción

La ACA y la Diputación de Barcelona han explicado en este diario que no se imponen sanciones por estas actitudes incívicas. Desde la Diputación remarcan que los guardas forestales del Espacio Natural de las Guilleries-Savassona «no tienen capacidad sancionadora» y que el que hacen, si detectan alguna actitud incívica, es avisar «a título informativo» que tienen que bajar de sobre de los restos arqueológicos. El ACA, por otro lado, añade que si los Agentes Rurales o los Mossos d’Esquadra ven alguien trepando por las ruinas, se avisa de la infracción, pero «no hay sanciones».

Otras actividades prohibidas

La normativa del Área de esparcimiento del pantano de Sau y entornos no permite hacer fuego ni utilizar fogones o aparatos similares, prohíbe acampar y pernoctar por motivos de seguridad ciudadana y por la conservación del Espacio Natural y tampoco se permite la instalación de mobiliario como mesas, sillas, o toldos por la conservación del entorno natural y tampoco se pueden hacer cabañas con los restos vegetales. También se pide respeto por la fauna y la flora de la zona y, por lo tanto, está prohibido arrancar plantas y coger o molestar la fauna salvaje.

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