La llegada del buen tiempo vuelve a convertir el Empordà en uno de los destinos más preciados de Cataluña, especialmente las playas que recorren la Costa Brava. Aunque el clima mediterráneo es uno de los principales atractivos turísticos de la zona, hay algunos municipios que también destacan por su riqueza cultural. Este es el caso de Calonge, una pequeña villa conocida como “el pueblo de los libros” que forma parte del municipio de Calonge i Sant Antoni, situado en la comarca del Baix Empordà. Calonge es la villa del término donde viven la mayoría de los habitantes del municipio, mientras que Sant Antoni —la parte más cercana a la costa— está prácticamente reservada a casas de vacaciones y segundas residencias.
Aunque la playa es uno de sus principales atractivos —pero no el único—, en Calonge han convertido la literatura en uno de los grandes atractivos del pueblo. En los últimos años, el Ayuntamiento del municipio ha hecho una gran apuesta por convertir la lectura en una bandera turística. De hecho, en poco más de un kilómetro, todas en el centro del pueblo, el consistorio ha creado en los últimos años seis librerías, las cuales se llenan prácticamente cada día. Además, el consistorio también ha ampliado en los últimos años su apuesta cultural relacionada con la literatura en todo el pueblo, tal como se volvió a demostrar en la festividad de Sant Jordi de este año. Sin embargo, a diferencia de otros pueblos y ciudades de Cataluña, en este municipio del Empordà la presencia de la lectura se ve cada día, ya que los vecinos de la zona ya se han acostumbrado a pasear por las librerías del centro del pueblo.

Un pueblo con miles de años de historia
El municipio de Calonge i Sant Antoni se remonta miles de años atrás. Aunque no se ha conseguido concretar una fecha exacta sobre cuándo se instalaron las primeras civilizaciones en esta zona del actual Baix Empordà, la existencia de numerosos dólmenes y menhires, como el dolmen de Puig ses Forques —uno de los grandes megalitos catalanes más cercanos al mar—, demuestran que las culturas prehistóricas ya se interesaron por estas tierras.
En esta línea, los descubrimientos de cerámica ibérica también han permitido determinar que en Calonge se asentó el poblado ibérico de Castell Barri, que data del siglo IV a.C. Posteriormente, los romanos aprovecharon este mismo lugar para construir una villa de veraneo. A lo largo del tiempo, el pueblo fue creciendo cada vez más y incorporando nuevas edificaciones, que hoy en día se han convertido en puntos de interés turístico. Este es el caso, por ejemplo, del castillo de Calonge, que comenzó a construirse en el siglo VIII y se acabó convirtiendo en una de las fortalezas más grandes del Baix Empordà.