Esta Semana Santa es un buen momento para descubrir los rincones escondidos de Cataluña. La Costa Brava es un lugar muy reconocido por el turismo, tanto nacional como internacional, que atrae cada año a miles de visitantes que se acercan para disfrutar de las playas del Empordà, pero estas tierras tienen muchos más rincones en el interior, alejados del agua del Mediterráneo. Uno de estos pequeños pueblos que hay que visitar, al menos, una vez en la vida es Ultramort, una villa situada al norte de la comarca del Baix Empordà que tiene poco más de doscientos habitantes, según los últimos datos censales del Instituto de Estadística de Cataluña (Idescat). El pueblo se sitúa en un cerrete alargado de norte a sur de 29 m de altitud sobre el margen derecho del río Ter, el cual preside una enorme extensión de campos de cultivo.

Uno de los aspectos que despierta más interés sobre esta pequeña villa del Empordà es su nombre: Ultramort. Aunque el origen de este topónimo es incierto, los libros de historia apuntan que una de las principales posibilidades es que el nombre del pueblo quisiera decir «más allá del mirto». Es decir, más allá del agua plácida -como también podría suceder con Riumors (Alt Empordà) o Aiguamúrcia (Alt Camp). Los primeros textos que hacen referencia a esta villa datan del 1062, momento en que las casas que actualmente conforman este pueblo estaban referidas como Vulturis mortuii. En cambio, los documentos de 1123, los siguientes que hacen referencia a Ultramort, se refieren a la localidad de esta zona como Vulture mortuo. De aquella época, sin embargo, se conservan pocos recuerdos. El año 1316 pasó a formar parte del término del castillo de Rupià, castillo que en ese momento poseían los obispos de Girona. Una dependencia que se prolongó muchos siglos, ya que también hay constancia de estos documentos que datan del siglo XVII. De hecho, en aquella época, formaban parte de una bailía conjuntamente con Parlavà.

Imagen de Ultramort con las montañas del Canigó al fondo / Credit Commons

La ganadería, el motor económico de la villa

Como muchos otros pueblos del Empordà, en Ultramort la agricultura y la ganadería continúan siendo los principales motores económicos de la villa. Concretamente, la cría de ganado bovino, porcino, las aves y las ovejas se han convertido en unas de las actividades primordiales del pueblo. De hecho, debido al papel de la agricultura y la ganadería en Ultramort, en el año 1990 se fundó la cooperativa de Ganaderos del Baix Empordà, una de las entidades que sirvió como motor para crear la reconocida marca Llet Nostra. Más allá de la ganadería, la agricultura también juega un papel principal en la actividad económica de la villa, especialmente en el cultivo de forraje, trigo y maíz. Sin embargo, teniendo en cuenta la enorme extensión de territorio cultivable de la zona, en los últimos años también han aparecido algunas parcelas de árboles frutales.

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