En pleno fin de semana largo a raíz del festivo del jueves doce de octubre muchas familias han aprovechado para cogerse vacaciones este viernes y hacer una breve escapada. Y para poder disfrutar en familia no hay que irse demasiado lejos, puesto que Cataluña es un país lleno de rincones escondidos. Después de visitar las playas de la Costa Brava, adentrarse en el Pirineo y a las Tierras del Ebro, ahora toca vestirse por la ocasión, ponerse un calzado cómodo, y descubrir los pequeños parajes naturales de la comarca del Priorat. Según la página web del departamento de Turismo de la comarca, estos son los cinco rincones imprescindibles para visitar.
El Toll de l’Ou
El Toll de l’Ou es uno de los lugares más singulares del Montsant. Situado en el Barranco de los Piélagos se erige un «toll» formado por varias pocetas excavadas a la roca y unidas por pequeñas cascadas que tiene agua durante todo el año. Se puede acceder desde Ulldemolins siguiendo el Gran Recorrido (GR) 171, pasando por la ermita de Santa Magdalena

El desfiladero de Fraguerau
Este es el desfiladero que forma el río Montsant entre la Serra la Llena y la de Montsant. Abriéndose entre rocas es uno de los parajes naturales más bonitos del parque natural. La entrada al desfiladero se hace desde las Cadolles Hondas, unas balsas esculpidas a la roca que ha modelado la acción del agua y que se deja ver desde un mirador. También se puede acceder desde la ermita de Sant Antoni y Santa Bàrbara de Ulldemolins.

Grados del Montsant
La Serra del Montsant es uno de los paisajes más bonitos de Cataluña, especialmente por la originalidad de su relevo. La mayoría de los accesos a la Sierra Mayor se realizan a través del que se conoce como grados, puesto que son diversos los lugares en los cuales hay que superar el desnivel pasando por un peldaño o un paso con dificultad. Hay unos veinte grados por los cuales se puede acceder a la Sierra.

El Balcón del Priorat
El Balcón del Priorat es un mirador natural desde donde se puede contemplar una vista panorámica de la comarca del Priorat. Para acceder hay que atravesar la Morera del Montsant por el Grado de los Barrotes, uno de los grados de la Sierra. Es un rincón de difícil acceso, por lo cual desde la web de turismo recomiendan tener conocimientos de montaña, puesto que hay que trepar un trozo para llegar.

Siurana
A la hora de visitar el Priorat es imprescindible hacer parada en el pequeño pueblo de Siurana. Arriba de un cerro sobre el río es un pueblo que esconde una larga historia medieval. Las casas de piedra, los callejones estrechos y los restos de la fortaleza sarracena acompañan unas vistas panorámicas dignas de postal.






