El Departamento de Salud ha lanzado un plan de choque para hacer frente al aumento de casos de trastornos de conducta alimentaria (TCA). Este jueves, en una rueda de prensa, el consejero de Salud, Manel Balcells, ha anunciado una inversión de 8,4 millones de euros para mejorar la atención de este tipo de trastornos con la incorporación de nuevos profesionales, la creación de más plazas en hospitales y la formación de sanitarios en prevención y detección precoz de casos, y la mejora del acceso a los servicios de salud mental. Balcells ha asegurado que este nuevo plan supondrá un «cambio de paradigma» en la atención de este tipo de trastornos.
Un profesional en cada centro catalán
Los casos de TCA como la anorexia y la bulimia han aumentado en los últimos años, sobre todo durante la pandemia de la Covid-19 y el confinamiento, principalmente en mujeres jóvenes. En concreto, los centros de salud mental atendieron 4.461 personas el 2021, un 61% más que el 2018. Ante esta situación, Salud ha presentado el Plano de choque de los TCA 2023-2024, el cual contempla que se establezca un profesional referente para TCA en los 126 centros de salud mental de Cataluña y, además, se incorporarán 104 profesionales durante el periodo 2023-25. El objetivo es que, en 15 días, el o la paciente puedan acudir a una primera visita.
Los hospitales de día también aumentarán plazas, y pasarán de tener las 30 actuales a 115. Además, el Plan reforzará las unidades especializadas (UTCA) y habrá una en cada región sanitaria.

Balcells ha insistido que les preocupa la realidad de los TCA porque pueden ser un problema muy grave de salud. Además, ha advertido del peligro que supone la presión estética en las redes sociales. El titular de Salud ha afirmado que la intención es ofrecer una respuesta «adecuada» desde la sanidad pública a todas las personas afectadas por un trastorno alimentario y ha admitido que es un «cierto fracaso» del sistema si estos pacientes se ven obligados a recurrir a recursos privados.
Un modelo escalonado
El director del Plan Director de Salud Mental y Adicciones, Joan Vegué, ha detallado que el objetivo del plan de choque es impulsar un modelo de atención escalonada, desde la atención primaria hasta la hospitalaria de alta complejidad. Una de las prioridades es mejorar el acceso a los CAP y los centros de salud mental (CSM) de las personas con un trastorno leve para atenderlos mejor, evitar que se agravie y garantizar la continuidad asistencial. Paralelamente, los casos graves se derivarán a unidades de trastornos de conducta alimentaria (Utca), unidades de hospitalización de agudos y unidades de hospitalización de alta complejidad.
La directora de la Asociación Contra la Anorexia y la Bulimia (ACAB), Sara Bujalance, ha remarcado que las personas con TCA reciben una buena atención a las unidades altamente especializadas, reservadas para los casos graves; una atención como «microislas» o «tipos seta», ha dicho, pero que fuera de estas, muchas personas afectadas por estos trastornos quedan desatendidas.