Pasear por las playas o los bosques de Cataluña en busca de antiguos ‘tesoros’ escondidos bajo la arena es la afición de algunos amantes de la historia, que intentan recuperar monedas u otros elementos otras épocas para coleccionarlas. Una afición sin ningún tipo de malicia, pero que también tiene sus riesgos. Los Mossos d’Esquadra, de la mano con el Departamento de Cultura de la Generalitat, han puesto una multa a un «arqueofurtivo», es decir, una persona que se dedicaba a buscar entre yacimientos del territorio catalán objetos de metal del pasado. Equipado con un detector de metales, buscaba entre los restos objetas como cartuchos y proyectiles de guerras pasadas, o monedas otros tiempos, y, una vez las había recuperado, se dedicaba a venderlas por internet.
La policía catalana lo ha pillado y ha intervenido más de 800 objetos como cartuchos y proyectiles y dos detectores de metales, con los cuales el hombre se dedicaba a buscar estos pequeños ‘tesoros’ escondidos bajo tierra. A través de una publicación en las redes sociales, los Mossos han querido dejar muy claro que «la investigación de material arqueológico sin autorización administrativa», es decir, el que hacía este «arqueofurtivo», puede comportar una sanción «penal o administrativa» en función del caso.
Los ‘Indiana Jones’ de la policía catalana
A pesar de que es una tarea poco reconocida, el cuerpo de Mossos d’Esquadra también dedica esfuerzos a investigar hechos contra el patrimonio histórico, cultural, artístico, arquitectónico y monumental del territorio catalán y garantizar la recuperación y protección de piezas de arte. Los encargados de llevar a cabo esta tarea, a menudo invisibilizada, son los ocho agentes que conforman la Unidad Central de Patrimonio Histórico de la División de Investigación Criminal (UCPH) de la policía catalana, conocidos como los ‘Indiana Jones’ de los Mossos. A pesar de que históricamente formaban parte de la Unidad de Robos con Fuerza del cuerpo, en 2014 se independizaron y se constituyeron como una unidad nueva.
