El departamento de Interior de la Generalitat continúa su singladura para ampliar el número de efectivos de los Mossos d’Esquadra y, de paso, de mandos para dirigirlos. De hecho, en el nuevo decreto de estructura ya se apuntaba el crecimiento de la escala superior y ejecutiva. Esto ha llevado a la decisión de la dirección general de la Policía de proponer la creación de una nueva plaza de mayor. Hoy por hoy, el cuerpo de Mossos d’Esquadra tienen un mayor, Josep Lluís Trapero, ex jefe del cuerpo y que actualmente dirige la División de Evaluación de Servicios (DAS), a pesar de que mantiene una pésima relación con el consejero de Interior, Joan Ignasi Elena, y el director general de la Policía, Pere Ferrer.
«Como cuerpo, tenemos una anomalía a escala jerárquica, dado que el jefe del cuerpo no es la persona con el máximo rango jerárquico, es una disfunción», apuntan fuentes del departamento que han impulsado la iniciativa. La medida, sin embargo, no acaba de verse con claridad por una parte de los mandos del cuerpo, que ya vieron mal la recuperación de esta figura en 2017 con Trapero, después de los diez años posteriores a la jubilación de Joan Unió, el único mayor que había habido hasta entonces y que había ejercido en la etapa del despliegue.
«Vemos a existencia de este rango como una hipoteca para la organización. Más valdría mantener la figura del comisario jefe, que hace menos traumáticos y normaliza más los cambios en la cúpula de la Jefatura», señalan fuentes del cuerpo. Otros, en cambio, ven que es una manera de clarificar la estructura actual y reforzar, posiblemente, al actual jefe del cuerpo, Eduard Sallent. A pesar de que Sallent nunca se ha mostrado muy partidario de este grado, más allá de un reconocimiento institucional.

«Un cuerpo en crecimiento… otro mayor»
El cuerpo, actualmente, está en crecimiento y más después de los acuerdos de ampliación hasta 22.000 miembros de cara a 2030, acordados con el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska. Este incremento supone tanto la incorporación de nuevos agentes como promociones internas de la tropa y de las diferentes escalas. Si se fija la mirada en los últimos meses, se han creado seis nuevas plazas de comisarios, diez plazas de intendentes y 24 de inspectores. «Estos números hacen coherente la convocatoria de una nueva plaza de mayor del cuerpo en el tiempo que queda de legislatura», indican desde el departamento que dirige Joan Ignasi Elena. «Hay que tener presente que este 2024 se están incorporando 800 agentes nuevos», enfatizan las mismas fuentes consultadas por El Món.
Por otro lado, Interior resalta como «disfunción o anomalía» la existencia de un solo mayor que no lleva a cabo tareas operativas. «El jefe del cuerpo no es la persona con el máximo rango jerárquico», insisten. «Esto comporta disfunciones en la operativa, como por ejemplo que el mayor Trapero tenga que depender de una unidad que no depende del comisario en jefe, sino del director general de la Policía, Pere Ferrer», razonan desde el departamento. «La situación de que haya un mayor fuera de la estructura y un comisario al frente del cuerpo es anómala de acuerdo con el principio de jerarquía de cualquier cuerpo policial», concluyen.

Un simple procedimiento administrativo
El anuncio de la convocatoria de la plaza, avanzado miércoles por
En los últimos treinta años, solo en dos ocasiones se ha impulsado la convocatoria de una plaza de mayor. Concretamente, en el caso de Joan Unió, que fue nombrado jefe operativo de los Mossos en 1994, y posteriormente ascendió a mayor hasta su despedida, en 2007. Posteriormente, también en el caso de Josep Lluís Trapero, que fue nombrado comisario en jefe en 2013 y fue nombrado mayor en 2017.