A lo largo de 2025, los delitos en Barcelona han disminuido notablemente. Lo confirma el balance de los Mossos d’Esquadra. Por el momento, los últimos datos publicados por la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona son de julio, y muestran una bajada del 8,8% de las infracciones penales en la capital catalana durante el primer semestre del año. En concreto, los hurtos se desplomaron un 6,8% y los robos violentos en la vía pública, un 5,5%. La cifra de hurtos es la más baja de la última década. El buen trabajo de la policía catalana también ha tenido una repercusión en un aumento de las detenciones, un 5,3% más, según los datos de julio. “Uno de cada dos delitos que se cometen en Barcelona es un hurto”, explica a El Món el intendente Rafa Tello, jefe de la división de Seguridad Ciudadana y Proximidad de Barcelona.

La curva delictiva en Barcelona se ha logrado aplanar con más presencia de los Mossos en Barcelona, con más efectivos y horas extraordinarias, y el despliegue de las brigadas ARRO (Área Regional de Recursos Operativos) y Móvil para tareas de seguridad ciudadana. En todos estos operativos participan también agentes de las diferentes comisarías (ABP, Áreas Básicas Policiales), los que patrullan con motos de gran cilindrada y los Fura, agentes de paisano especializados en seguridad ciudadana y delincuencia urbana.

Reducir los delitos de impacto

“Nuestra estrategia está enfocada a reducir los delitos de impacto”, subraya el intendente. El foco se pone en la violencia contra las personas, hacer aflorar los datos ocultos y controlar la viralidad de las redes que “hace crecer la percepción de inseguridad”. “Hay un desequilibrio entre los datos y la percepción de la ciudadanía”, comenta Tello.

En este sentido, los Mossos han creado el plan Confianza, con la intención de cambiar la percepción ciudadana sobre la delincuencia en Barcelona y combatir las noticias falsas de las redes. De entrada, la policía catalana está ofreciendo más formación a los agentes para mejorar la información que llega a la ciudadanía. “Son nuestros principales comunicadores”. Pero también se trabaja con una comunicación más efectiva a través de las oficinas de relación con la comunidad (gremio y entidades, entre otros colectivos) y una presencia más elevada de las comunicaciones policiales en las redes y los medios.

Operativo de los Mossos contra el robo con patinetes eléctricos / Jordi Play

La multirreincidencia, el problema más importante

Según Tello, el problema más importante de delitos en Barcelona es la multirreincidencia, lo que los Mossos llaman “delincuencia persistente”. Desde hace unos meses, en colaboración con otros cuerpos como la Guardia Urbana, han activado el plan Kanpai, una estrategia que elimina las fronteras metropolitanas y supone montar dispositivos que pueden actuar a la vez en Barcelona, municipios del ámbito metropolitano norte -como Sant Adrià de Besòs, Badalona y Santa Coloma de Gramenet- y sur -l’Hospitalet de Llobregat, Esplugues de Llobregat, Cornellà de Llobregat y el Prat de Llobregat-, la red de metro y el aeropuerto. En el caso de Barcelona, estos dispositivos también se efectúan en zonas limítrofes de la ciudad, como los distritos de Sant Martí, les Corts y Sants-Montjuïc.

Además, el nuevo plan Kanpai incorpora un análisis más elevado de los delitos para planificar los operativos. “Intentamos predecir lo que puede pasar”, dice el intendente. En este trabajo es fundamental el intercambio de información policial con el resto de cuerpos y la seguridad privada, con reuniones semanales de la Mesa Operativa en el ámbito de ciudad y cada 15 días para hacer un análisis de la delincuencia persistente.

Patrullaje de agentes de los Mossos en Barcelona, el pasado abril /Jordi Play

Control de la tenencia de armas blancas

El plan Kanpai va acompañado en Barcelona de otros planes específicos para completar la lucha delictiva. Para frenar los robos violentos cometidos con patinetes eléctricos, los Mossos han desplegado el plan Lambretta. La proliferación de armas blancas ha llevado a activar el plan Daga, con el objetivo de controlar su tenencia. Según datos de 2024, en la capital catalana se interceptan de media unas ocho armas blancas al día. El plan Silent está diseñado para combatir los robos en interiores de domicilios -con un descenso del 31,4% los seis primeros meses del año. El plan Vidre está planteado para reducir los robos en el interior de vehículos estacionados en la calle o en aparcamientos. Y el plan Catena se centra en los robos violentos, como el tirón.

Los Mossos han detectado también una presencia importante de carteristas en la red de bus de TMB y el bus turístico. El plan para frenar estos delitos es el Vetra. Sin ir más lejos, a mediados de noviembre, un operativo de la policía catalana con la Guardia Urbana y la Policía Nacional en buses de TMB se saldó con una docena de detenidos que acumulaban 116 antecedentes.

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