«Es un rescate complicado». Con este tono de voz compungido, el consejero de Interior, Joan Ignasi Elena, ha querido definir el que se espera que sea un día muy largo en la mina de la Cabanasses de Súria. El accidente mortal de tres geólogos en una de las galerías esta mañana ha vuelto a recordar la dureza del oficio y la traición de las tripas del Pla de Bages. La potasa es peligrosa, un enemigo eterno, que esta mañana ha vuelto a sacudir la memoria de la zona. De hecho, Elena no ha querido confirmar que los tres trabajadores atrapados hayan muerto porque todavía no se ha podido acceder a la galería derrumbada para certificar-lo.
El consejero de Interior, acompañado del consejero de Empresa, Roger Torrent, ha estado con el operativo montado por todos los servicios de emergencia en el patio de la mina. La actividad se concentra en la entrada del pozo donde los tres geólogos, dos de los cuales eran estudiantes en prácticas de la UPC, analizaban una futura prospección y han sido sorprendidos por un desprendimiento. Las brigadas de rescate han sido activadas junto con los equipos de emergencia de Bomberos, Mossos d’Esquadra y el Sistema de Emergencias Médicas.

Los equipos de rescate tienen que asegurar la zona antes de recuperar los cadáveres
El rescate es complejo. Se necesita asegurar la zona y sanearla para poder acceder sin asumir ningún otro riesgo innecesario. Las brigadas especializadas formadas por mineros adiestrados en esta tarea participan de un operativo que cuenta con las unidades de rescate de Bomberos y de subsuelo y canina de los Mossos d’Esquadra. La puerta de la mina es un recibidor continuo de trabajadores, familiares y amigos de los compañeros de galería.
Por su parte, el consejero de Empresa ha insistido que hace unas tres semanas se cerró la última inspección de seguridad por la Autoridad Laboral, que depende de su departamento, y que se saldó sin ninguna incidencia. En este sentido, ha informado que los inspectores laborales también investigan las causas del siniestro. De momento, todo parece indicar que la situación de la explotación estaba al corriente de las obligaciones y había pasado los controles.