Como es habitual por estas fechas se acerca uno de los fenómenos más espectaculares de las noches de verano. Desde cualquier punto del planeta se pueden observar los Perseids, o como se conocen popularmente por las fechas en las cuales acostumbran a aparecer con más frecuencia: lágrimas de Sant Llorenç, en honor al santo. Se trata de una lluvia de estrellas breve y fugaz, pero que deja a todo el mundo boquiabierto. Los días en los cuales acostumbran a dejarse ver con más intensidad son el 12 y 13 de agosto, es decir, el próximo fin de semana. Unos días que este año coinciden con unas condiciones meteorológicas lunares ideales para poderlos disfrutar de la mejor manera posible, puesto que este año la luna no estará iluminada, dejando así un cielo negro que hará de sábana por la lluvia de estrellas.
Y pues, ¿qué hay que hacer para poder disfrutar de este fenómeno natural? El divulgador científico, escritor y consultor catalán, Joan Anton Català Amigó, ha elaborado un hilo de Twitter con los siete consejos que hay que seguir para poder verlo de la mejor manera:
Las siete recomendaciones
En primer lugar, la primera recomendación es «alejarse de los cascos urbanos«, puesto que de este modo el volumen de luz es menor y se aprecia más. El segundo consejo, y muy importante también, es «evitar cualquier luz blanca», es decir, intentar no usar ninguna luz de móviles. También hace falta que el lugar escogido para irlos a ver tenga «buena visibilidad», es decir, el medio de un campo sin árboles por el medio que puedan tapar el cielo es un lugar ideal para hacerlo. El cuarto consejo, y muy importante, es «ponerse cómodos», puesto que de este modo se podrá observar el máximo trozo de cielo posible y será más sencillo avistarlas.
Las siguientes recomendaciones sirven para muchos momentos de la vida: «tener paciencia», puesto que no será sencillo verlos de entrada y aparecen cuando aparecen; y «hacerla estallar con amigos o familiares, o soltar la imaginación si estás solo, mientras contemplas el cielo estrellado y la Vía Láctea por sobre», puesto que de este modo el tiempo de espera será más ameno. Por último, y no menos importante, «alargar mentalmente el trazo de luz hacia su origen. Verás que todas parecen venir de un mismo punto en el cielo». Este punto es la constelación Perseu, origen que da nombre al fenómeno natural.