Los incendios forestales están arrasando la península ibérica y en las dos primeras semanas de agosto han quemado más de 150.000 hectáreas entre España y Portugal, según los últimos datos del Sistema Europeo de Información de Incendios Forestales (EFFIS) y de las autoridades nacionales de ambos países. La temporada de incendios alcanza su pico en plena ola de calor y con la amenaza de batir registros que hacía años que no se veían.
En España hay fuegos descontrolados en León, Zamora, Palencia y Salamanca (Castilla y León), Ourense (Galicia), Cáceres (Extremadura) y Asturias que ya han quemado 50.000 hectáreas. En los últimos días también se han extinguido en la Comunidad de Madrid, la Comunidad Valenciana, Andalucía y Castilla-La Mancha. En total, más de 90.000 hectáreas quemadas en la última semana, con tres muertos, decenas de heridos y miles de desalojados.

Portugal arde sin control
En Portugal la situación no es mucho más optimista. Los incendios de Castelo Branco, Viseu, Guarda y Vila Real —todos próximos a la zona fronteriza con España— preocupan, y mucho, a las autoridades portuguesas. Durante el mes de agosto han quemado 63.000 hectáreas, seis veces más que en todo el mes de agosto del 2024. Los bomberos y el ejército están al límite de su capacidad y han recibido muchas críticas por la gestión de los incendios.
La aparición de nuevos focos y incendios obliga a movilizar recursos de una región a otra y esto hace que sea más difícil estabilizar y controlar los que ya están en marcha. Muchas veces se producen rebrotes en zonas que han quedado desatendidas, según denuncia el investigador de la Universidad de Trás-os-Montes e Alto Douro, Paulo Fernandez, en declaraciones recogidas por el diario Expresso.

Castilla y León y Galicia, en alerta máxima
En Castilla y León, con datos actualizados al miércoles por la noche, hay 16 incendios activos, de los cuales seis tienen nivel 2 del Índice de Gravedad Potencial (IGR) en Zamora, Palencia y León y tres alcanzan el nivel 1, todos en León. Es el último balance hecho por el gobierno de Castilla y León. El más grave es el que arde entre León y Zamora, que avanza muy rápido y ha quemado 38.000 hectáreas, 15.000 solo en las últimas 24 horas. Ya es uno de los peores incendios que se han registrado en el estado español y supera el de Tábara (Zamora) del 2022, con 35.000 hectáreas quemadas; el Minas del Río Tinto (Huelva) del 2004, que quemó unas 34.000, o el de Cortes de Pallars (Valencia) del 2012, que afectó 30.600 hectáreas.
En Galicia, la ola de incendios afecta ya casi a 14.000 hectáreas. La provincia de Ourense es la más castigada y tiene activos varios fuegos que obligan a mantener la situación 2. El incendio de Chandrexa de Queixa, en la parroquia de Requeixo, ha quemado 4.500 hectáreas, mientras que hay un segundo fuego activo en la parroquia de Parafita que ha afectado a 1.800 hectáreas más. La circulación ferroviaria entre Galicia y Madrid sufrió afectaciones, mientras que los fuegos obligaron a cortar carreteras y evacuar a vecinos de la zona. También hay activos incendios en Oímbra, en la parroquia de A Granxa, que ya ha arrasado 2.500 hectáreas, y en Maceda, en la parroquia de Santiso, con 1.700 hectáreas quemadas. En la zona de A Mezquita se han quemado 2.000 más.
Según la EFFIS, en el estado español han quemado 135.000 hectáreas desde comienzo de año, una cifra que sitúa la temporada de incendios de este año muy por encima de la media de las dos últimas décadas, que es de unas 54.000 hectáreas. Con todo, no es el peor año de la serie, ya que, en este punto del año, en 2022 ya habían quemado 257.000 hectáreas.