Unas imágenes grabadas los últimos días a la cala de la Madriguera de Palafrugell (Baix Empordà) y difundidas por la federación SOS Costa Brava ha hecho saltar las alarmas sobre los peligros que implica la «hipersaturación» de la costa catalana también en el mar. “La saturación que estamos viviendo este año es mucho bestia”, expresa el responsable de recursos marinos de SOS Costa Brava, Jordi Mallerenga, en conversación con El Mundo. Y la situación es extrema, a pesar de que según cómo pueda parecer el contrario, «porque los campos de boyas están medio llenos». De hecho, uno de los problemas es precisamente que se utilizan poco las zonas habilitadas. Muchos navegantes echando el ancora en lugares no permitidos: es el «fondeo salvaje», el que perjudica más el fondo marino.
Desde SOS Costa Brava reclaman a la administración poner más recursos para hacer cumplir las normativas y asegurarse que la gente no echa a perder el entorno: “Nos falta mucha vigilancia. Aquí solo viene alguien cuando hay follón, y no siempre llegan a tiempo, porque vienen de lejos”, afirma Mallerenga. Desde esta federación, formada por una veintena de asociaciones, exigen a las autoridades que se “pongan las pilas” para hacer frente al problema y, además de mejorar la vigilancia, «balicen», es decir, que coloquen boyas, en más playas, puesto que actualmente solo hay a las que están reservadas exclusivamente para bañistas.

Graves consecuencias para el fondo marino
Desde esta entidad ecologista destacan que la náutica deportiva y las embarcaciones de recreo también generan situaciones de riesgo y conflictos con los bañistas. En el video que difundieron a través de las redes se puede ver como una moto de agua pasa a gran velocidad por el lado de unas personas que hacían submarinismo, poniendo en riesgo su integridad física y, incluso, su vida. “Pasa más a menudo del que parece, esta vez suerte que había alguien grabando y hay pruebas”, asevera Mallerenga.
Más allá, pero, de las consecuencias para los bañistas, el hecho de anclarse fuera de las boyas también puede tener graves consecuencias para la fauna y la flora marina. «El ruido de los motores y la contaminación, además del fondeo sobre praderías de posidonia, sigue estando al orden del día», denuncian desde la entidad ecologista. Estas praderías de posidonia tienen un efecto muy importante en la biodiversidad mediterránea, por lo cual desde la Generalitat las ha puesto bajo protección: «Una barca anclada en un lugar inadecuado puede malograr parte del fondo marino, un centenar puede causar la destrucción», espetan desde la ONG ecologista.
En este sentido, Eduard Degollada, experto en el fondo marino y fundador de la asociación EDMAKTUB, especializada en el estudio científico y la divulgación del medio acuático, considera que una manera para evitar el “fondeo salvaje”, es decir, fondear de manera incívica fuera de las zonas habilitadas, seria que las boyas estuvieran mejor colocadas: “El problema es que están demasiado lejos de la costa y de las rocas, que es el que busca la gente para protegerse del viento”, exprés. Por eso, los ocupantes de las barcas tienden a no usar las zonas habilitadas.
Pero acercar las boyas en la arena supondría reducir el espacio para los bañistas. Mientras desde SOS Costa Brava defienden que los bañistas necesitan más espacio para estar seguros, Eduard Degollada considera que colocar las boyas en 200 metros de la cala [medida estipulada por la ley] es “excesivo” porque “nadie nada hasta tan lejos”.

Para Degollada, otra de las maneras con las cuales se puede afrontar este conflicto es concienciando la población que usa embarcaciones: “Toda la persona que es un verdadero navegando nunca fondearía sobre posidonia”, comenta. Una idea que también comparte Mallerenga. Es por eso que el responsable de recursos marinos de la federación ecologista insiste a cambiar la normativa que permite conducir ciertos tipos de barcos recreativos sin ningún tipo de título o licencia: “Si todo el mundo que lleva un barco y fondea conociera el mar nos ahorraríamos muchos problemas, pero hay todo un negocio detrás montado que no le interesa que esto cambie”, afirma con contundencia Mallerenga refiriéndose a la industria de la náutica deportiva.
La paradoja del Cabo de Creus: un parque natural que aumenta el peligro
La «hipersaturación» de la costa catalana es un conflicto que viene de lejos. Según Xavier Vizcaíno, miembro de IAEDEN-Salvamos Ampurdán –una de las entidades que conforman SOS Costa Brava–, el problema existe desde hace casi treinta años. Vizcaíno está especializado en la zona del Cap de Creus, otro de los puntos del litoral catalán que se encuentra hoy en día muy afectado por la hipersaturación.
La situación en el Cap de Creus se agravia porque, al ser un parque natural, es uno de los grandes reclamos turísticos de la zona del Ampurdán y atrae todavía más gente. “El hashtag
En este sentido, Mallerenga explica que las imágenes que se pueden ver hoy en día de la Costa Brava, o de la zona del Cabo de Creus, son «prácticamente iguales, o sino peores» de las que había «hace diez años». Así pues, la saturación extrema del litoral catalán ya hace años que se arrastra, y sin una intervención de la administración más decidida continuará sin cambios.