Los Agentes Rurales constatan que casi todos los incendios que se producen en Cataluña se originan debido a la acción humana. Concretamente, según sus datos, un 90% de los incendios forestales o agrícolas se producen por el factor humano. De estos, un 36% se debe a la negligencia. «Normalmente, corresponden a hechos muy habituales porque la gente no es consciente de que hace algo prohibido o de manera incorrecta», advierte el subinspector especializado en investigación de incendios, Quico Rivera, en declaraciones a la Agència Catalana de Notícies (ACN). Según detalla, se trata de descuidos «muy comunes», como utilizar maquinaria sin autorización o hacer pequeñas brasas en el bosque para asar carne.

Mientras el 90% de los incendios se producen a causa de la acción -deliberada o no- del hombre, el 10% restante se produce por causas naturales. En cuanto a las causas humanas, el 13% tiene su origen en un accidente, el 15% son por motivos intencionados y un 25% queda sin identificar. El resto proviene de la negligencia, con acciones totalmente inconscientes que los Agentes Rurales piden revertir. «Es tan sencillo como que las máquinas de corte radial se utilicen con pantallas o que se pida autorización para el uso de determinada maquinaria técnica o agrícola», insiste Rivera, quien recuerda que el Plan Alfa restringe los permisos en función del riesgo de incendio. En este sentido, el subinspector también destaca que tras la negligencia que provoca la mayoría de incendios «no suele haber ningún comportamiento excepcional». «Hay que ser conscientes de que muchas actividades intrínsecamente ya llevaban un peligro asociado», insiste Rivera.

Las llamas que arden en el incendio de Paüls en la zona del Parque Natural dels Ports / Jordi Borràs (ACN)

Más población, menos incendios

Los Agentes Rurales han expuesto los datos del conjunto de incendios que se han producido en los últimos veinticinco años. A pesar de que la población ha aumentado cada vez más en los últimos años, los datos de la Generalitat también indican que se ha reducido el número de incendios. De los más de 800 incendios registrados en 2000 y más de 900 en 2005 -en un momento en que la población era de entre 6 y 7 millones de habitantes-, se ha pasado a un registro de unos 450 incendios el año pasado -con casi 8 millones de personas-. «Queda de manifiesto que el trabajo preventivo ayuda a mejorar la conciencia de riesgo», asegura el jefe del área regional de Barcelona, Jaume Torralba.

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