Las llamas vuelven a golpear el verano. Una semana después del fuerte incendio que rodeó Portbou y Colera, en el Alt Empordà, un virulento fuego ha empezado a quemar al término municipal de San Andreu Sureda, en la Cataluña Norte. En estos momentos, un total de 250 miembros del cuerpo de Bomberos de Francia se han desplazado hasta el punto de origen de las llamas para hacerse cargo de la situación. Ahora bien, solo trabajan un total de tres helicópteros, cosa que dificulta las tareas de extinción. Es por este motivo que desde Francia están esperando la llegada de más dotaciones de refuerzo para atacar las llamas e intentar controlar el incendio.
Por ahora se han tenido que desalojar una treintena de viviendas del barrio sur del pueblo, algunos de los cuales habrían quedado calcinados por las llamas, y también una gran superficie comercial de la cadena
El viento, aliado de las llamas
Del mismo modo que la tramontana se convirtió en una gran aliada del fuego de Portbou, esta vez el viento se ha vuelto a poner de la banda del incendio y las fuertes ráfagas están dificultando la actuación de las dotaciones del cuerpo de extinción de incendios. En estos momentos, sopla viento del sudeste, conocido como siroco, que ha llegado a golpes de entre 40 y 60 km/h esta tarde, y que ahora empieza a ir de baja. El motivo por el cual se habría originado el fuego, según detalla el servicio de extinción, son unas explosiones de bombonas de gas. A raíz de las llamas, se ha equipado un polideportivo para que los afectados puedan pasar la noche, y las carreteras también han quedado tajadas.