El año 2023 quedará para el recuerdo de todos los ciudadanos de Cataluña. Los 365 días que se dejaron atrás ahora hace dos días pueden contar con la condición de históricos. El año 2023 ha sido el segundo más cálido de la historia de Cataluña, solo superado por el año 2022, según el Servicio Meteorológico de Cataluña (Meteocat).

Nueve meses cálidos

De los 12 meses que tiene un año nueve han presentado la condición de cálidos. Los únicos que no lo han estado son enero, febrero y mayo. De hecho, tanto marzo y abril, como los otros siete meses del año, es decir, entre junio y diciembre, las temperaturas fueron claramente superiores a las normales. Las anomalías llegaron a ser superiores por encima de los dos grados sobre la temperatura mediana en muchas zonas del territorio catalán. Esta anomalía fue a más, puesto que por ejemplo en septiembre en el Pirineo occidental, en octubre en buena parte del centro y norte, y en noviembre al massís del Port, puntos del Baix Camp y de las Garrigues, la anomalía llegó a superar los más de tres grados superiores sobre la temperatura mediana.

El 2023 ha sido lo más cálido de la historia en el Ebro con una temperatura mediana de 19,6 grados. En Barcelona, en cambio, no se ha superado la media del 2022, y es el segundo año más cálido.

Anomalía de la temperatura anual en Cataluña respecto al periodo 1961-1990, con datos de Meteocat | Guifré Jordan (ACN)

Un año seco

La sequía que está golpeando Cataluña se ha mostrado, especialmente, durante la primavera, el verano y el otoño. También nueve meses sobre los 12 que tiene el año han presentado un déficit pluviométrico. En marzo no se llegó ni al 30% de la precipitación mediana, hecho que aceleró la desaparición de nieve de las montañas catalanas. En abril la situación fue a peor y no se logró ni el 50% de la precipitación mediana, con excepciones en el Prepirineo y Pirineo donde sí llovió con la normalidad esperada.

Lluvia, sí, pero no general

No se puede decir que no ha llovido, pero cuando lo ha hecho ha sido de forma totalmente irregular, como fue en mayo, cuando el episodio de tormentas dejó por debajo la media en el extremo nordeste del país y la zona de Poniente. Junio sí que se puede considerar como un mes lluvioso, precisamente en Poniente, en el centro y el noroeste del país, donde se llegaron a acumular porcentajes superiores al 170% en varias zonas, pero, de nuevo, las precipitaciones no fueron generales y el litoral quedó, en gran parte, seco.

Julio siguió la tendencia, solo siendo lluvioso en Poniente y los meses de agosto, seco, septiembre presentando déficit y una escasa pluviometría en octubre. El Meteocat califica de seco el final de año, eso sí, con excepciones en el noroeste del país.

Paradójicamente, los meses en los cuales menos ha llovido son aquellos de los que se espera una mayor aportación en cuanto a la precipitación -la primavera y el otoño- que han sido secas o muy secas, algo que ya pasó en 2022.

Episodios meteorológicos extremos en Cataluña

El Meteocat ha querido recordar que este 2023, más allá de la sequía y la calidez, quedará recordado por los episodios extremos que ha vivido el territorio catalán. La segunda quincena de enero trajo un episodio de viento, frío intenso, y heladas prácticamente en toda Cataluña. Por su parte, marzo registró, entre los días 10 y 13, récords de temperatura máxima en la costa y el interior. Un hecho que también se repitió en abril, donde se registró un episodio de calor extraordinario con tormentas en el norte del territorio.

Las tormentas, muy localizadas e intensas, también ganaron protagonismo. Entre el 29 de junio y la madrugada del día 30, las tormentas descargaron más de 100 metros cúbicos en el Bages. Pero las altas temperaturas recuperaron el protagonismo y el 11 de julio las temperaturas máximas en Poniente se ensartaron hasta los 41 grados. El valle del Ebro tampoco evitó sufrir las altas temperaturas y el 10 de agosto registró un pico de 43 grados. El último dato que pone de manifiesto la calidez de este año es la que se recogió el 1 de octubre, cuando en buena parte del territorio catalán se superaban los 30 grados.

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