Ya hace cuatro días que las llamas se han convertido en las grandes protagonistas de Tenerife, a las islas Canarias. El pasado martes por la noche se originó un incendio en la montaña de Arafo que ha ido creciendo descontroladamente y, en estos momentos, ya ha calcinado un total de 3.273 hectáreas en un perímetro de más de 40 kilómetros que afecta los municipios de Arafo, Candelaria, Rosario, la Orotava, Santa Úrsula, la Victoria, El Sauzal y Tacoronte, con afectación en masa forestal (pinar), en su mayor parte en la montaña de la Esperanza y la corona forestal.
Esta noche de jueves a viernes, centenares de Bomberos han continuado trabajando por tierra para intentar controlar las llamas que queman en torcido y derecho, pero continúan teniendo dificultades. Luego que ha salido el sol, 17 medios aéreos y más de 250 bomberos terrestres para añadirse a los equipos que ya llevaban toda la noche trabajando para controlar las llamas. Ahora, pero, la previsión es algo mejor que la que tenían hace unos días, puesto que las condiciones climatológicas empiezan a virar de tal manera que el viento mengua y esto facilita las tareas de extinción de fuegos.

De hecho, el presidente de Canarias, Fernando Clavijo, ha explicado que durante esta pasada noche, el incendio se ha comportado con normalidad, frente a otras noches, cuando hubo un comportamiento «bastante inusual» por el viento y las condiciones meteorológicas. En este sentido, también, Clavijo explica que se ha tomado de la decisión de concentrar los esfuerzos en la zona de Esperanza, puesto que de este modo se puede consolidar esta zona y centrar los esfuerzos en otros puntos: «La idea es que durante el día se pueda consolidar este espacio, lo cual permitiría desviar recursos hacia la zona norte».
Confinamiento
Las llamas han obligado, también, a confinar parte de la población de la isla. Depende de como evolucione el transcurso de las llamas, las autoridades valorarán la posibilidad de levantar el confinamiento del casco de Rosario, a Esperanza. En las últimas horas, no se han producido nuevos desalojos de vecinos, por lo cual continúan más de 3.000 personas evacuadas y siguen confinadas 3.820 del núcleo de Esperanza.