Nueva polémica en las redes por los límites del humor, esta vez por una película que, una vez más, jugando con los clichés y los estereotipos de siempre, ridiculiza a los catalanes. El film Un hipster en la España vacía, uno de los más vistos ahora mismo en Amazon Prime, ha generado una gran controversia por el papel que juegan los catalanes, que solo aparecen en la película para molestar los habitantes de un tranquilo pueblecito de la estepa castellana. El director del film es Emilio Martínez-Lázaro, que también ha dirigido otras películas de dudosa calidad y gran controversia como Ocho Apellidos Vascos y Ocho Apellidos Catalanas. Muchos usuarios en las redes acusan a la plataforma de fomentar la catalanofobia y critican con dureza la película.
“Un hipster en la España vacía… o como ser la película más xenófoba y anticatalana del siglo. De verdad, es de vergüenza ajena. Al nivel de que el gobierno de Cataluña si tuviera un poco de dignidad, tendría que hacer algo, y no hablo de llorar como siempre”, lamentaba uno de los usuarios. Las críticas se han intensificado todavía más cuando ha corrido la voz que el film ha sido doblado en catalán. En la escena más polémica se ve como un grupo de catalanes llega al pueblo en autocar y bajan para llenar garrafas de agua de la fuente del pueblo. Esto indigna a tres vecinos que están intentando grabar un spot de campaña. Uno de ellos les increpa y, en medio de la escena, un accidente entre un tractor y el autocar deja al descubierto que los catalanes han robado un retablo de Sant Jordi.
Reacciones contundentes contra Amazon por la polémica
La polémica también ha llegado hasta Joel Joan, conocido independentista y defensor de la lengua que se caracteriza por sus posicionamientos contundentes sobre política. El actor ha anunciado que hará boicot a la plataforma por incorporar la película a su catálogo. “Hoy mismo me doy de baja de Amazon Prime. Que la “bromita” les salga cara a estos imbéciles”, ha dicho Joel Joan en un mensaje en las redes sociales. Con todo, la película no desaprovecha ninguna oportunidad de hacer escarnio sobre cualquier cosa mínimamente progresista o de izquierdas, como el discurso políticamente correcto, el animalismo, la movilidad sostenible, la paridad, las identidades de género o las políticas feministas.