Los casos de discriminación lingüística son cientos en el ámbito de la salud. De hecho, según datos del mismo Departamento, el año pasado se denunciaron más de 200 casos como el que sufrió una paciente del Hospital Universitari Dexeus cuando hizo valer su derecho a ser atendida en catalán. Estas situaciones se producen porque Cataluña tiene un déficit de médicos y debe suplirlo con profesionales de otros países o de otros puntos del Estado español, que llegan sin tener conocimiento del catalán. Pero la falta de profesionales que hay en el sector tiene diversas causas, una de las cuales se encuentra en el método de acceso al grado para estudiar Medicina. En Cataluña hay ocho universidades, dos de privadas, que ofrecen estudios de Medicina –algunas de muy buena reputación, como la Universidad de Barcelona (UB), que según el ranking Quacquarelli Simonds es la número 48 del mundo y la número 1 del estado–, pero un elevado porcentaje de los estudiantes, el 35% del total y que en algunas universidades superan el 68%, provienen de otros puntos del estado español y, en mucha menor medida, del extranjero. La mayoría de estos están de paso en Cataluña, ya que vienen para graduarse y luego no se quedan, sino que regresan a su lugar de origen. Esto es posible debido al sistema de distrito único en la elección de centro. Desde el Departamento de Política Lingüística se apuntó a la posibilidad de revisar la normativa para acceder a los grados, pero el PSC rechazó el punto de una moción que instaba al ejecutivo a abordar esta cuestión y proponía reservar un 70% de plazas a estudiantes catalanes.
Actualmente, según los últimos datos del Departamento de Investigación y Universidades, el 63% de los estudiantes que cursan el grado de Medicina en universidades catalanas son residentes en Cataluña –hace cinco cursos representaban cinco puntos más, el 68%–, el 35% proviene del resto del estado y solo un 2% son extranjeros. Esto si se tiene en cuenta los ocho centros, incluidos los privados. Pero los datos son difusos, porque un estudio de Salud sobre el plan de acción para la mejora de la atracción y fidelización de profesionales al sistema de salud de Cataluña, que también ofrece datos de Universidades, recoge que, si solo se tiene en cuenta los seis centros públicos, el curso 2021-2022 los estudiantes catalanes fueron 50% y los del resto del estado, un 46%. Es más, el documento del plan para garantizar el conocimiento y el uso del catalán en el sistema público de salud de Cataluña 2024-2026, elaborado por el Departamento de Salud el pasado julio, subraya que unas 1.200 personas se han graduado en Medicina en Cataluña en los últimos años, pero destaca que «hay que tener en cuenta que solo el 50% de los estudiantes de Medicina son de origen catalán, el otro 50% o bien provienen del resto del Estado (un 46%) o bien son extranjeros (un 4%)».
Selectividad más dura en Cataluña
Esta situación, según expone la consejería de Salud en el plan sobre la lengua, es un problema porque estos estudiantes de fuera «acostumbran a regresar a sus lugares de origen» cuando terminan su formación universitaria. Entre las causas de esta situación que recogen los documentos mencionados, Investigación y Universidades atribuye «el efecto distorsionador» de la variable migratoria en el perfil de estudiante de Medicina en Cataluña al hecho de que los estudiantes catalanes «presentan más dificultades para obtener notas competitivas para el acceso a la universidad (promedio de las notas de bachillerato y de la fase general de las PAU) que los estudiantes del resto del Estado», ya que las pruebas de acceso a la universidad no son iguales en todas las comunidades a pesar de la existencia del distrito único. «Este hecho, sumado a la concurrencia de un número significativamente elevado de estudiantes de otras comunidades en el proceso de preinscripción universitaria, hace que el alumnado catalán disponga de peores condiciones en el acceso a los estudios de grado en Medicina en comparación con los solicitantes de otras comunidades», concluye.

La URV y la UdL: las dos universidades con más estudiantes de Medicina provenientes del resto del estado
La Universitat de Lleida y la Universitat Rovira i Virgili de Tarragona son las dos que más estudiantes del resto del estado español tienen en las facultades de Medicina. Por ejemplo, este curso hay 637 alumnos que estudian este grado en la capital del Segrià. De estos, hay 434 alumnos que provienen de otras comunidades del estado español, y representan el 68,13% del total. De estos, el 14,44% proviene de Aragón, por la proximidad de Lleida con la Franja de Ponent, pero también tienen un peso específico los estudiantes que llegan de Andalucía, el 13,19%, y en menor grado del País Valencià, 8,16%, mientras que el 32,34% restante proviene de Galicia, Madrid, Canarias y las Islas Baleares, entre otros. Por otro lado, siempre según datos del centro, el grupo de estudiantes de medicina catalanes en esta facultad supera por una décima el 30%. En esta universidad, el porcentaje de estudiantes de otros puntos ha crecido más de cinco puntos en cinco cursos, ya que en el 2020-21 representaban el 62,69%.
En cuanto a la Universitat Rovira i Virgili, este año hay 747 universitarios cursando estudios de Medicina. De estos, hay 483 que provienen de otros lugares del estado español. Son mayoría y representan un 64,7% del total. No obstante, en este caso la mayor parte de este grupo de alumnos, un 37,88%, proviene del País Valencià –hay quienes hablan catalán y estadísticamente se encontrará un índice alto de estudiantes que al menos entiendan el catalán. El 26,8% restante son de otras zonas del estado. Los porcentajes de este año, según los datos facilitados por el centro universitario, se han mantenido estables durante los últimos cinco cursos.

La UB: la universidad mejor valorada es la que tiene más estudiantes catalanes
Por el contrario, la Universitat de Barcelona, que es la mejor valorada del estado español, es el centro que más porcentaje de estudiantes catalanes tiene en Medicina. Según datos facilitados por la UB, de los 1.564 estudiantes que este curso 2024-25 estudian este grado, el 68,93% son catalanes y las personas provenientes del resto del estado español solo representan el 17,33%, cuatro puntos más que los estudiantes procedentes del extranjero, (13,75%). Aun así, el porcentaje de alumnos catalanes es inferior al de hace cinco años, ya que en el curso 2020-21 representaban el 73,08%. Sin embargo, esta reducción no representa un incremento de alumnos del resto del estado, que en los últimos cinco años se ha mantenido entre el 16 y el 17%. Durante este tiempo, lo que sí ha incrementado es la presencia de estudiantes internacionales, que hace cinco años estaba un poco por encima del 10%.
La norma general: más de un 60% de estudiantes de Cataluña
La norma general en la mayoría de universidades de Cataluña que ofrecen el grado de Medicina es que un 60% de los universitarios son catalanes. La Universitat Autònoma de Barcelona cuenta con 1.994 universitarios que cursan el grado de Medicina. De hecho, es el centro de Cataluña que más plazas oferta. El 65,05% son estudiantes catalanes, el 32,1% proviene de diferentes puntos del estado español y el 2,86% son extranjeros. Aun así, si se comparan estos datos con los del curso 2020-21, se observa que el porcentaje de estudiantes del resto del estado español, que entonces era el 24,84%, ha crecido siete puntos en cinco años.
En cuanto a la Universitat de Vic–Universitat Central de Catalunya, este año hay 748 universitarios cursando Medicina: el 63% es de Cataluña, el 33% del resto del Estado y el 4% es alumnado extranjero y, según los datos facilitados por el centro, el reparto se mantiene estable desde hace cinco años. La Universidad explica que los lugares de donde proceden mayoritariamente los alumnos del resto del estado español, son las Islas Baleares, el País Vasco y el País Valencià, en este orden, de manera que también habrá muchos que hablen catalán o que, al menos, entiendan la lengua del país. Vic y la Universitat Internacional de Catalunya son los dos centros privados que ofrecen el grado de Medicina en Cataluña, pero del segundo no hay datos porque no las han facilitado.
El reparto que se encuentra en Vic es muy similar al de la Universitat de Girona, que cuenta con 414 alumnos y los universitarios catalanes son mayoría, el 63,42%, mientras que los de otras áreas del estado representan el 33,36% –tres puntos menos que el curso 2021-22. En esta facultad el porcentaje de alumnos internacionales es aún más bajo y no llega al 3%. En la Universitat Pompeu Fabra, según datos facilitados por el mismo centro, este curso hay 373 alumnos que se reparten de la siguiente manera: el 63% son alumnos de Cataluña, el 33% proviene de otros territorios del estado español y el 4% son universitarios internacionales. Un reparto que sigue la misma norma en los últimos cinco años.

Vila apuesta por revisar criterios de acceso, pero el PSC vota en contra de reservar el 70% de las plazas a universitarios catalanes
El conseller de Política Lingüística, Francesc Xavier Vila, en una entrevista reciente a la ACN apostaba por «revisar criterios de acceso a las facultades» y ofrecer el máximo de posibilidades de aprender catalán porque, según dijo, «los médicos que formamos aquí deberían acabar todos sabiendo catalán». Ante la situación actual en las facultades, la CUP presentó la semana pasada en el Parlamento una moción sobre la sanidad pública y uno de los puntos del texto, con una enmienda de Junts, proponía «exigir la eliminación del distrito universitario único en el ámbito del estado español» o bien «una reserva del 70% de plazas para estudiantes de institutos catalanes, como pide el Consell de Col·legis de Metges de Catalunya, para facilitar el acceso a la formación universitaria de los estudiantes catalanes». Este punto de la moción fue rechazado por los votos en contra de los diputados del PSC, PPC y Vox, mientras que el resto de las formaciones votaron a favor. La diputada socialista Sara Jaurrieta justificó la posición del PSC, partido que gobierna la Generalitat en solitario, y afirmó que su grupo no está de acuerdo en eliminar el distrito universitario único porque consideran que «es una riqueza disponer del sistema sanitario catalán con los mejores profesionales vengan de donde vengan, porque cuando uno está enfermo lo que quiere es ser atendido por los mejores profesionales».
Una situación que después repercute en la formación especializada
Que muchos de los estudiantes de Medicina que hay en Cataluña provengan de otros puntos del estado español, y en mucha menor medida del extranjero, también tiene un efecto importante en la elección posterior de plazas de formación sanitaria especializada. Según datos facilitados por el Ministerio de Sanidad en relación con la convocatoria de plazas de médicos residentes 2020-2021, un 36,7% de titulados de las universidades catalanas se incorporaron principalmente en plazas de otros territorios como el País Valencià, las Baleares, Andalucía, Madrid, el País Vasco y Aragón. El plan de acción para la mejora de la atracción y fidelización de profesionales al sistema de salud de Cataluña, elaborado por el departamento en el año 2023, considera que incrementar las plazas en el grado de Medicina, por sí solo, «no conseguirá un incremento» de graduados de Medicina ni de médicos internos residentes (MIR), y considera que hacer pruebas de admisión, homogeneizar el nivel de las PAU en todas las comunidades e invertir más en los centros sanitarios en recursos relacionados con la formación podrían ser soluciones al problema.