Una interna de Brians 1 ha muerto en el Hospital de Bellvitge después de haberse colgado en su celda y haber pasado tres días en estado crítico en la Unidad de Cuidados intensivos (UCI). Según ha avanzado Catalunya Ràdio y han confirmado fuentes del Departamento de Justicia, la mujer, que estaba interna en la Unidad de Hospitalización Psiquiátrica (UHPP), murió en el hospital el pasado jueves 28 de marzo, donde fue trasladada desde el centro penitenciario después de la tentativa de suicidio, que tuvo lugar el lunes día 25. Es el tercer suicidio en prisiones catalanas desde principios de año y llega en pleno conflicto entre la Generalitat y los funcionarios de prisiones, que reclaman más personal para poder atender a los reclusos y más recursos para garantizar la seguridad de los trabajadores.
La muerte por colgamiento es la única que se trata de oficio como si fuera un suicidio. El Departamento de Justicia ha declinado hacer declaraciones sobre el caso, pero sí que ha confirmado la apertura de una investigación interna para confirmar la hipótesis inicial. Hace un par de semanas, la consellería ya abrió otra investigación por el suicidio de un interno el pasado mes de enero en el centro penitenciario de Mas de Enric, al Catllar (Tarragonès). La noticia se conoció una semana después de que otro recluso de la prisión tarraconense matara a una cocinera del centro y después se suicidara. Precisamente, el asesinato de la trabajadora fue el detonante de las protestas de los funcionarios de prisiones, que apenas han retomado el diálogo con el gobierno catalán para intentar desencallar el conflicto.

Los sindicatos de prisiones quieren pasar página
UGT Prisiones ha alertado al Departamento de Justicia que las negociaciones que han empezado esta semana con la intervención del Departamento de Presidencia son “la última oportunidad” que le dan al gobierno para encontrar una solución a las demandas de los trabajadores. El sindicato avisa a la consellería que sería “del todo irresponsable” dejar pasar la oportunidad y ha exigido que en el próximo encuentro, que tendrá lugar este jueves, pase “de las palabras a los hechos”. Los sindicatos de prisiones habían exigido la dimisión de la consejera, Gemma Ubasart, y de uno de los históricos del departamento, el secretario de Medidas Penales, Amand Calderó, como condición previa para sentarse a negociar, pero finalmente han renunciado a pedir unos ceses que “nunca se producirán”. UGT Prisiones también ha advertido que si las negociaciones avanzan con “celeridad” mantendrán la paz social, pero que si hay “obstáculos” se volverán a movilizar.