El consejero de Justicia, Ramon Espadaler, ha diseñado un plan para enfrentar lo que ha definido como «incremento de la población penitenciaria». De hecho, la población reclusa en Cataluña crece por encima del porcentaje previsto. En septiembre había un total de 9.098 personas encarceladas. Una cifra que apunta, según fuentes del departamento, al riesgo de alcanzar un «punto de saturación».
De ahí que Espadaler haya decidido anunciar un «plan de legislatura» -que, en principio, no dependería de la aprobación de los presupuestos para 2026- que abordará tres ámbitos: el incremento de la población penitenciaria, los «nuevos retos de seguridad» y la necesidad de «fortalecer la función pública penitenciaria». Un plan que contempla gasto en infraestructuras, como ampliar la prisión de Mas Enric, con dos módulos más que se construirían donde ahora hay un campo de fútbol en desuso, y reparar instalaciones obsoletas de muchas prisiones, como el centro de Ponent, obras que se prolongarían hasta el año 2028.
Otras medidas
El plan también contempla el incremento de plazas y la mejora de la formación de personal penitenciario y de sistemas de seguridad, como inhibidores de drones y de teléfonos móviles -se confiscan dos al día de media- y escáneres corporales para detección de drogas o de elementos prohibidos. La inversión total para implementar las mejoras en seguridad tecnológica (escáneres, inhibidores de móvil, y detectores de drones) será de 7,3 millones de euros.
Por otro lado, también se ha previsto la creación de una unidad de formación práctica penitenciaria para los funcionarios de prisiones, por un importe de 12,6 millones de euros. Todo esto en el «plan integral para los servicios penitenciarios» que Espadaler describe como un «plan de legislatura», del cual se informará hoy en el Comité Nacional de Seguridad y Justicia. Todo esto sin olvidar el «modelo de ejecución penal catalán».

«Crecimiento continuado»
Para Justicia, el aumento de la población de Cataluña se explica por varios factores, pero especialmente tres. Por un lado, es un crecimiento proporcional al crecimiento de población en Cataluña. En concreto, la población ha pasado de 6.059.494 personas, en 1991, a 8.113.490 personas, en el primer semestre de 2025. Además, para el departamento, «se constata una mejora de la eficacia policial» porque hay más efectivos policiales y se resuelven más casos, de modo que se detienen, juzgan y encarcelan más personas. Por otro lado, también hay efectos «leves» del plan contra multirreincidencia delictiva.
La población penitenciaria tiene un «crecimiento continuado desde el año 2021». En este contexto, el modelo de predicción que utiliza Justicia -un sistema llamado ARIMA- prevé una media de crecimiento semestral de un 1,59% y una media de crecimiento anual del 3,21%. «Por ahora, la predicción se está superando». En junio, la previsión era de 8.769 personas y el 30 de septiembre ya se ha llegado a las 9.098 personas. Por tanto, se vislumbra un «déficit de capacidad de los centros penitenciarios en hombres adultos en régimen ordinario».