La Escola Pia ha pedido disculpas públicas por los abusos sexuales a menores que un antiguo escolapio perpetró durante 25 años en el Senegal. También ha lamentado no haber denunciado el caso, a pesar de que en el país africano mucha gente sabía lo que pasaba. M.S.C. vivió en Senegal entre 1980 y 2005, cuando fue obligado a volver a Cataluña y lo apartaron de cualquier actividad con menores, aunque siguió teniendo un papel activo en la orden religiosa. El escolapio fue expulsado en 2019. A pesar de que no da cifras concretas, la orden religiosa ha admitido que abusó de un «importante número de menores».

«Engañaba a los menores y se aprovechaba de su condición de misionero y de la ascendencia y autoridad que tenía», explica la Escola Pia en un comunicado. No fue hasta que un grupo de catalanes con vínculos en Senegal denunciaron los abusos que los escolapios decidieron trasladarlo a Cataluña. Según relatan, lo apartaron y lo pusieron bajo tratamiento psiquiátrico. Dentro de la orden tuvo un papel relevante como rector, secretario provincial y miembro del Consejo Presbiteral del Arzobispado de Barcelona. Los denunciantes también alertaron a otras autoridades y entidades del estado, pero no obtuvieron respuesta.

La orden religiosa reconoce que no denunció el caso

La Escola Pia de Cataluña ha aceptado toda la responsabilidad de «todo aquello que hizo mal en el pasado». También han lamentado que en 2005, cuando les llegó la denuncia, no pusieron el caso en manos ni de la justicia ordinaria ni de la eclesiástica. «Con el argumento de proteger la institución no se atendieron las personas que intentaron denunciar los hechos, no se hizo seguimiento de los hechos para acompañar a las víctimas, no se pidió perdón», dice la orden. Después de 13 años sin saber nada del caso, en 2018 una ciudadana francesa denunció los abusos.

Entonces la orden decidió empezar a moverse. Pidió explicaciones al religioso, que reconoció los hechos y dio los nombres de algunas personas de las cuales había abusado. Los escolapios intentaron acercarse a las víctimas y se pusieron en contacto con las autoridades senegalesas. También informó a las autoridades religiosas de Roma para poner en marcha el proceso canónico para expulsar el escolapio. En febrero de este año se creó una comisión de investigación en Senegal para recoger testimonios y hacer públicos los abusos. El hecho que las víctimas fueran senegalesas facilitó la impunidad del religioso.

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