Acción sorpresa y simbólica frente a las puertas del Departamento de Interior. Uno de los colectivos de servidores públicos que está haciendo notar más su malestar por el trato que les dispensa la Administración, los bomberos voluntarios, se han desnudado frente a la sede que dirige la consejera Núria Parlon. Una imagen que han querido presentar como una metáfora de que la consejería los deja «desnudos y desprotegidos«. Es la enésima etapa de una serie de protestas y manifestaciones que han llevado a cabo durante las últimas semanas a través de varias concentraciones y la presentación de 410 demandas ante los juzgados sociales de Barcelona, Manresa, Granollers, Mataró, Sabadell, Terrassa, Girona, Figueres, Reus, Tarragona, Tortosa y Lleida.
Esta mañana cientos de bomberos voluntarios, con la chaqueta y el casco del uniforme, se han concentrado frente a la sede de Interior, protegida con unidades antidisturbios de los Mossos d’Esquadra. Una protesta ruidosa que se puede resumir en una de las consignas que formaban la lista de Spotify de la manifestación: «Illa, Illa, Illa, regula la plantilla!». Es decir, su reclamación es, básicamente, el reconocimiento de sus derechos laborales y que sean dados de alta en la seguridad social. «Queremos acabar con la uberización de los bomberos», ejemplifican en sus comunicados y manifiestos. «No somos el Glovo de un servicio público», defienden.

410 bomberos demandantes
La protesta ha querido destacar la interposición de 6 demandas conjuntas de 168 demandantes, que se suman a las 110 de la demarcación de las comarcas de Lleida, las 87 del Camp de Tarragona y 45 de las comarcas gerundenses. En total, 410 bomberos voluntarios que pertenecen a 71 parques -61 de voluntarios y diez mixtos-. Los representantes de las entidades que agrupan a los Bomberos Voluntarios reprochan al Gobierno que ni siquiera han querido sentarse a la mesa de negociación.
El modelo de las demandas presentadas se basa en la “profesionalización encubierta”. Es decir, que “bajo una falsa apariencia de una teórica voluntariedad se oculta una profesionalización encubierta del colectivo”. Un proceso que denuncian se ha visto incrementado durante los últimos años con la obligatoriedad de hacer un número mínimo de horas al año (650) y de estar controlados mediante una app, al estilo de Glovo. «La Generalitat opta por tener bomberos riders para ahorrarse costos», lamentan.
Josep Maria Alcalà, presidente de Asbovoca, acusa a la Generalitat de hacer “fraude a la Seguridad Social, porque no nos cotizan, se desentienden y nos derivan a nuestras propias mutuas o empresas, a quienes encargan nuestras bajas o incapacidades”. De hecho, apunta a la corrupción de las horas extra de los bomberos funcionarios como el muro que impide su regulación. Miquel Mesegué, presidente de la Federación de Bomberos Voluntarios y también miembro de Bomberos Precarios en Lucha, denuncia la falta de protección y cobertura sanitarias y de material caducado en los parques que ha recordado que no tienen categoría de lugar de trabajo porque “no son trabajadores”. El presidente de Bomberos Precarios en Lucha, Daniel Sitjà, ha leído un comunicado en el que el colectivo anuncia que están «en lucha porque, si la historia nos ha enseñado algo, es que los derechos se conquistan luchando». «Y seguiremos con paso firme hasta que la Generalitat reconozca algo tan simple como esto: que, cuando nos ponemos el traje de bombero y vamos a un incendio, estamos trabajando”, ha concluido.

Campaña de solidaridad
Desde el colectivo aseguran que continuarán en lucha, continuarán con su movilización y están iniciando una campaña de solidaridad y recogida de apoyos sociales que, de momento y en cuanto a organizaciones, ha sumado estos días nuevos apoyos como ‘Solidaritat Obrera, Ecologistes en Acció de Catalunya y la Marea Pensionista de Catalunya a los ya recibidos de Riders X, el Observatorio de Trabajo, Algorisme i Societat, la sección sindical de Bomberos de CCOO de Catalunya y el sindicato CoBas.

