El Sindicato de Estudiantes de los Países Catalanes (SEPC), el sindicato de estudiantes y la CGT enseñanza se han unido este jueves contra la consejera de Educación y Formación Profesional (FP), Esther Niubó, por el «cierre» de grupos en la escuela pública catalana de cara al próximo curso. El viernes de la semana pasada, la titular de la cartera detalló que, de cara a septiembre, Cataluña tendrá 83 líneas de infantil 3 -el primer curso de la educación obligatoria- y primero de ESO menos que este año. «El viernes pasado la consejera Niubó presumía de mantener un 98% de las líneas educativas. La realidad es que el 98% de los cierres de líneas propuestos por el departamento de Educación son en la escuela pública [solo se cerrarán dos líneas en centros concertados]», recelan las organizaciones sindicales a través de un comunicado conjunto, que lamentan que la mayoría de los grupos que ya no abrirán de cara al próximo curso son en la escuela pública, y no en la concertada.
Los sindicatos del sector acusan a la responsable del departamento de «excusarse» en la bajada de la natalidad en Cataluña para continuar aplicando políticas de reducción de grupos en la escuela pública. En esta línea, consideran que la administración catalana debería apostar por mantener el mismo número de grupos y, de esta manera, reducir las ratios -una de las grandes reivindicaciones de la comunidad docente: «Cerrar líneas públicas implica recortar la educación pública, ya que para mantener las mismas líneas no hace falta aumentar el gasto ni un solo céntimo. Con la bajada de la natalidad, manteniendo las mismas líneas estaríamos bajando ratios y, en consecuencia, mejorando la atención a la diversidad sin aumentar el gasto público«, argumentan desde los sindicatos.

Defender la escuela pública
En respuesta al último anuncio de la consejería de Educación, las tres organizaciones sindicales instan a la titular de la cartera a aumentar la inversión en la escuela pública: «Para mejorar la educación pública catalana es imprescindible acabar con la infrafinanciación crónica que sufre desde hace décadas. Esto solo es posible aumentando el presupuesto en la pública y recortar líneas va justo en el sentido contrario», apuntan en este mismo comunicado, en el cual dejan claro que incrementar la partida presupuestaria que recibe el sistema educativo público es fundamental para revertir los malos resultados de las últimas pruebas internacionales, como las PISA, y las competencias básicas. Además, también consideran que la consejería debe centrar sus recursos en la pública, «no en la concertada»: «El dinero público debe ir destinado a la escuela pública y no a la concertada que es una escuela privada y segregadora que financiamos con nuestros impuestos», aseveran.