Dos de cada tres guarderías detectan un retraso generalizado en el desarrollo de los niños y niñas a causa de la sobreexposición a las pantallas con el que crecen. Esta es la conclusión a la cual ha llegado una encuesta difundida entre los más de un centenar de centros educativos privados adheridos a la Asociación Catalana de Guarderías. Si bien es cierto que el retraso es global, la manera como afecta cada una de las bases del desarrollo personal es diferente. Un 75% de los hogares infantiles encuestados coincide que el uso excesivo de pantallas dificulta más el aprendizaje del lenguaje. Es decir, a pesar de que acaban aprendiendo a hablar igual, lo hacen más lentamente que generaciones anteriores que no han tenido tanto acceso a las pantallas tan temprano.
Más allá del lenguaje, la sobreexposición también provoca retrasos en el desarrollo personal a la hora de comer y de relacionarse con otras personas, especialmente la gente de su misma edad. De hecho, un 46% coinciden que los cuesta más comer, y un 42% están de acuerdo con el auge del aislamiento social generado por esta sobreexposición. Para hacer frente a esta problemática que cada vez es más frecuente entre las generaciones más pequeñas, desde la Asociación Catalana de Guarderías hacen un llamamiento a «proteger» los niños de las pantallas y recuerda la importancia que en la etapa de los 0 a los 3 años se den las condiciones adecuadas para que el niño tenga «un crecimiento madurativo correcto»: «Solo así facilitaremos que estos niños y niñas se sientan seguros en un momento cuando empiezan a explorar su entorno», afirma la portavoz de la asociación, Rut Baqués.

Un comportamiento nocivo
La sobreexposición de pantallas a la cual están sometidos desde muy pequeños pueden acabar generando una mayor tolerancia a la frustración, un sentimiento necesario de trabajar desde el principio. En este sentido, el 65% de los hogares encuestados aseguran haber tenido familias donde el pediatra los ha recomendado llevar su hijo en un centro educativo desprendido de observar aspectos alarmantes en sede el desarrollo cognitivo o psicomotriz: «Los profesionales de la medicina que atienen la primera infancia, sobre todo los más jóvenes, son conscientes que, en el contexto actual, es mejor coger la gripe en una edad temprana que los peligros que comporta el uso nocivo de las pantallas», asevera con firmeza Baqués.