«Es un escándalo», «es un chivo expiatorio de manual» o es «un linchamiento público». Estas son algunas de las expresiones que buena parte de la comunidad educativa y del personal de la administración y de los servicios centrales y territoriales de Educación dedican a la decisión de la consejera de Educación, Ester Niubó, de destituir al subdirector general de Plantillas, Provisiones y Nóminas del departamento y exjefe del Servicio de Personal Docente, Enric Trens, un cargo directivo. En una comparecencia en el Parlamento este martes, la consejera le imputó los “errores” en el proceso de adjudicación de plazas de docentes para la plantilla del año próximo. Un proceso que levantó polvareda y malestar en la comunidad educativa.

Miembros de los servicios centrales, equipos directivos de varios centros y diversos técnicos y cargos territoriales del departamento se han levantado en pie de guerra contra la decisión de la consejera y han comenzado a difundir un manifiesto de adhesión y apoyo a Trens. Los impulsores entienden que el gabinete de la consejera «ha hecho pagar un error político a un cargo de carácter técnico». Además, consideran que no es del mismo partido político que los socialistas. «El PSC entró en pánico por todo el caos, y si hace falta un cese es de un responsable político, en este caso, el director general pertinente, no un técnico que cumple lo que le dicen; el responsable máximo es el director general, quien firma la resolución», añaden las mismas fuentes.

En este sentido, miembros de «Via Augusta», donde se encuentra la sede del departamento, remarcan a El Món, que todavía están «asombrados por un cese y la apertura de un expediente informativo, sin que se haya tenido conocimiento de ningún informe del director general». «Trens es una persona muy respetada, y ha ayudado mucho a los centros a favor de su autonomía y, además, es absurdo pensar que las adjudicaciones dependen de una sola persona manejando un teclado o que manipula el sistema», añaden. «Afirmar eso es un desconocimiento total de cómo funciona la administración de Educación, donde hay un equipo de una docena de personas en Via Augusta al frente de la subdirección, pero el gran grueso de la tarea la hacen las once direcciones territoriales y el Consorcio de Educación de Barcelona», concluyen.

Imagen de una concentración de sindicatos a las puertas del Departamento de Educación contra el «caos» de las adjudicaciones de plazas / G.M.

Un trato «ejemplarizante»

El mantra que corre entre responsables directivos de Educación es que este año «no se ha afinado lo suficiente para tener la plantilla de los centros con suficiente tiempo y poder repartir los horarios el mes de julio». Pero esto entienden que no es un «simple error del sistema» sino que es un «problema de fondo». De hecho, creen que la mejor solución sería tener las adjudicaciones en junio. Además, también critican que las adjudicaciones han tenido unas normas que han ido variando durante el curso, un hecho que se añade al choque entre la Resolución y el decreto de Plantillas de los centros, una «combinación» que califican de «enredado». Básicamente, porque el decreto de plantillas permite a las direcciones de los centros perfilar plazas según su proyecto educativo; en cambio, la resolución, de rango inferior, pone en riesgo la capacidad de las direcciones de perfilar estas plazas y, de rebote, su proyecto educativo.

En este sentido, recuerdan que la resolución de adjudicaciones de abril se modificó el 28 de mayo. Una modificación que no se comunicó a las direcciones de los centros, que contradecía la planificación y los funcionarios adscritos al centro educativo. Además, no se han confirmado las plazas de media jornada, que no implican a ningún funcionario. En conjunto, la mayoría de docentes consultados interpretan que ha habido un error, pero que ni motiva el cese de Trens ni tampoco la dimisión de la consejera. Por eso cargan contra lo que califican de «trato ejemplarizante» hacia Trens, con una cierta ascendencia dentro de la comunidad educativa en la gestión de las plantillas que, al fin y al cabo, es el «pilar de la autonomía de centro».

Carta de los equipos directivos

La oposición al cese va creciendo y varios grupos y chats de Telegram, Signal y WhatsApp han comenzado a ser los canales para recoger firmas y propuestas. Una de las que empezó más pronto fue desde los centros educativos del Vallès, donde Trens, a raíz de trabajar en los servicios territoriales, mantiene una extraordinaria relación con los equipos directivos de una dirección territorial bastante compleja. De ahí que hayan impulsado una carta de apoyo a Trens, a la que ha tenido acceso El Món, donde ponen en duda que hubiera tomado una decisión «unilateral» en el proceso de adjudicación de puestos de trabajo con perfil profesional docente y reprochan que se encuentre «cuestionada de manera injusta y desproporcionada».

En este sentido, elogian lo que valoran como «dilatada trayectoria institucional, que ha desarrollado, desde la discreción, el rigor técnico y el compromiso con el servicio público, una tarea fundamental para la escuela pública de nuestro país». «Su acción ha sido clave en el despliegue de los perfiles profesionales docentes, una política educativa ampliamente avalada por el territorio y que constituye un pilar fundamental de la autonomía de centro, la calidad pedagógica y la equidad educativa», añaden. Además, destacan que nunca ha actuado con «criterio personalista» sino que «se ha fundamentado en un marco normativo sólido y plenamente vigente, reconocido por el mismo Departamento de Educación».

«Lamentamos profundamente que, ante una incidencia administrativa puntual, se ponga el foco sobre la responsabilidad individual de una figura que ha actuado siempre con lealtad institucional, conocimiento profundo del sistema y respeto por el marco legal», señala la misiva que está corriendo por el colectivo de docentes. «Consideramos que hacer recaer sobre este profesional el peso de un error organizativo más amplio es injusto, desproporcionado y contraproducente para el conjunto del sistema», concluyen. «Lo que está en juego no es solo una incidencia en un proceso de adjudicación. Lo que está realmente en juego es la solidez de un modelo educativo basado en la autonomía de centro, en el liderazgo pedagógico y en el reconocimiento de la profesionalidad docente», advierten.

La consejera de Educación y Formación Profesional de la Generalitat, Esther Niubó, interviene durante un pleno en el Parlamento de Cataluña / David Zorrakino (Europa Press)

Comunicado de «Via Augusta»

Por otro lado, un equipo de trabajadores de los servicios centrales y de los servicios territoriales en el Vallès Occidental han hecho circular una misiva dirigida al presidente de la Generalitat, Salvador Illa, donde exponen «la inquietud, malestar y preocupación» por la forma en que se está tratando la incidencia en la adjudicación de plazas. «La forma en que se están produciendo los hechos para intentar explicar esta incidencia de la adjudicación a la comunidad educativa, nos deja a todo el equipo administrativo con una vulnerabilidad y debilidad, creando una desconfianza en la función pública y en las personas que, desde el compromiso y el servicio institucional, hacemos posible y sostenemos el sistema desde dentro», aducen en la misiva.

«Lamentamos profundamente que se ponga, públicamente, el foco sobre la responsabilidad individual de una figura que ha actuado siempre con lealtad y con un profundo conocimiento del sistema y respeto por el marco legal», aseguran. «Somos un equipo y así nos sentimos, por lo que ahora más que nunca, necesitamos que se dé apoyo institucional, que se ponga sensatez en esta situación sin sentido y que estemos todos al lado de la persona que con un cargo administrativo y no político, ha trabajado durante años con una profunda profesionalidad y absoluta responsabilidad y tuvo el valor de liderar esta Subdirección fundamental para la escuela pública», incluye la carta.

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