Los adelantos en el mundo digital ponen a prueba cada día la sociedad. Si la llegada de los ordenadores a las aulas ya supuso un reto para adaptar el sistema educativo a los nuevos tiempos, la inteligencia artificial (IA) marca el inicio de una nueva etapa que abre las puertas a una mayor digitalización de la escuela. La proliferación de las IA generativas, que son todas aquellas que permiten crear contenidos nuevos, desde cero, ha abierto un abanico de posibilidades para poderlas incorporar y replantear el desarrollo pedagógico de la educación, en llena alerta por los males resultados de las pruebas PISA, que han tensado la relación entre la consejería capitaneada por Anna Simó, los docentes y las familias: «Queremos que la inteligencia artificial sea cómo Google o una calculadora, herramientas complementarias para poder hacer bien el trabajo», asevera la experta en detección y análisis de tendencias del elearning Innovation Center de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), Desirée Gómez, en conversación con El Món.
Gómez ha elaborado un estudio sobre cómo influirá la IA en la educación este 2024 con su compañero Guillem Garcia. En esta investigación detallan seis maneras de aplicar la inteligencia artificial en las aulas para adaptarse a las principales tendencias tecnológicas en el entorno educativo. Argumentan que adaptarse a los nuevos tiempos puede enriquecer mucho el funcionamiento de la enseñanza, pero que hay que tener en cuenta que hay que aplicar estas herramientas «con una mentalidad pedagógica»: «Hay que hacer siempre un uso ético de la IA», argumenta Gómez, que advierte que a pesar de las muchas ventajas de la inteligencia artificial, también es una herramienta que «democratiza», en cierto modo, «el plagio», cosa que obliga el profesorado a hacer esfuerzos para extender entre los alumnos el buen uso de esta herramienta.

Por ejemplo, una de las herramientas más extendidas entre el alumnado es el ChatGPT. Esta inteligencia artificial permite resolver todas las dudas que se le preguntan y generar textos desde cero, partiendo de las preguntas o peticiones que se le hacen y a partir de la información que encuentra internet. Es una de las herramientas preferidas por los alumnos, puesto que permiten hacer un gran volumen de trabajo en muy poco tiempo. Según explica la experta, la manera de garantizar un buen uso de esta para evitar que los alumnos lo utilicen para plagiar es «concienciar» de la necesidad del aprendizaje, es decir, «que los estudios no sirven para aprobar y nada más, sino que sirven para formarse como ciudadano». Es desde esta premisa que el ChatGPT, según argumenta, puede ser una herramienta «muy útil» para estimular el «pensamiento crítico» de los alumnos: «Estas tendencias demuestran que la IA generativa puede ser una herramienta muy potente y transformadora, pero también plantea desafíos importantes y no podemos permitir que una dependencia excesiva haga menguar el valor de la interacción humana y el pensamiento crítico en la educación«, asevera Garcia.
Una herramienta para el profesorado
El estudio de la UOC detalla que la inteligencia artificial puede suponer una novedad para el profesorado como apoyo para la preparación de asignaturas en diferentes fases del proceso educativo. Según apuntan Gómez y Garcia, los chats conversacionales, como por ejemplo ChatGPT, y herramientas como ChatPDF, pueden ayudar a planificar el curso, buscar e indizar información, perfilar propuestas metodológicas o sugerir recursos educativos en línea, para poner algunos ejemplos. «Puede servir para arrancar la planificación del curso, y a partir de aquí cada profesor, con su pericia, da forma para hacérsela suya y adaptarla a sus necesidades», argumenta Gómez. Y no solo tiene esta función, sino que también se puede aplicar para «ahorrar tiempo».
La analista de aprendizaje y docencia de la eLinC explica que una de las nuevas tendencias que está creando la inteligencia artificial es la de «crear recursos de aprendizaje de maneras diferentes»: «La IA ofrece la posibilidad de pasar un video o un audio a texto rápidamente, cosa que abre nuevas puertas para trabajar en las aulas», argumenta la experta, que también destaca la posibilidad de usarlas en la hora de estructurar, idear y crear infografías; generar presentaciones de diapositivas con herramientas como por ejemplo SlidesAI o Tome, o contribuir a la creación de glosarios. «Esto ayudará los docentes a reducir la externalización y los costes, así como a ahorrar tiempos en la elaboración de los contenidos», asevera Gómez, que considera que es una buena herramienta para optimizar las «tareas que requieren un nivel cognitivo bajo».

Un nuevo mundo para los alumnos
Los expertos aseguran que la inteligencia artificial servirá como una herramienta para el profesorado, pero también para personalizar la educación de los alumnos. En el estudio destacan «la generalización de la IA por crear videos de avatares, que pueden ser protagonizados por personas reales o ficticias, con un lenguaje natural en diferentes idiomas«. Consideran que este instrumento «permitirá crear avatares suyos que den clase en el idioma nativo de todos los alumnos, aunque en realidad no lo hablen», cosa que podría resolver algunas problemáticas con la lengua y casos de discriminación lingüística. Gómez también subraya la posibilidad de incorporar la IA dentro de los estudios artísticos, cosa que abre un nuevo abanico de posibilidades para la creación de obras: «Midjourney, DALL·E o Runway son algunas de las plataformas que ya permiten trabajar en la creación de imágenes y de video para generar obras de arte visual de alta complejidad y que cada vez son más utilizadas por una base de profesionales especializados en estos ámbitos artísticos que no para de crecer», detallan.
Para Gómez el uso de la IA se tiene que implementar «gradualmente» en los diferentes centros educativos para acabar con plenamente implementado en las universidades. Considera que empezar a testar las funciones de la inteligencia artificial desde muy pequeños permite educarlos al darle un buen uso: «Esto es el que tendría que ser para tener una buena alfabetización digital», apunta. A pesar de esto, los expertos dejan claro que, todo y el abanico de posibilidades que ofrece la IA para el alumnado, hace falta no hacer un «uso excesivo» para garantizar el desarrollo educativo y el aprendizaje de cada cual: «Es imperativo abordar los riesgos éticos que compuerta y garantizar la responsabilidad en el uso de estas nuevas tecnologías», concluye.